La migraña, pese a ser una enfermedad muy incapacitante y con un elevado coste social, médico y laboral, está claramente infradiagnosticada e infratratada en España, pues solo una cuarta parte de los afectados recibe un tratamiento adecuado y el 45 % ni siquiera están diagnosticados.
Esta es una de las principales conclusiones de un estudio en el que han participado 168 neurólogos y 851 pacientes de todo el país, que revela que muchas de las pruebas diagnósticas son innecesarias.
El estudio PRIMERA (centrado en los pacientes con migraña que acudían por primera vez al neurólogo) y publicado en la Revista Española de Neurología, ha permitido también realizar un “retrato robot” del paciente: afecta sobre todo a mujeres (en una proporción de tres a uno sobre los varones), de entre 20 a 50 años (la edad media se sitúa en 34 años).
La patología conlleva una elevada discapacidad, no sólo por los dolores de cabeza (moderados o intensos), sino por los síntomas asociados (intolerancia a la luz, el ruido o el movimiento) que llevan al paciente al aislamiento sensorial en un ambiente de oscuridad y silencio.
Además, algunos presentan síntomas visuales (que los especialistas denominan “aura”), específicos de esta patología.
Pese a ello, los pacientes tardan una media de 15 años en llegar al especialista.
Según el estudio, sólo un 13,3% de los afectados toma algún tratamiento preventivo, y únicamente un 17,4% sigue uno específico (triptanes) para las crisis.
Los especialistas recomiendan un tratamiento personalizado a cada paciente, de forma que se reservan los antiinflamatorios para las crisis leves y moderadas y los triptanes para las más graves.
En cuanto al impacto social, a la juventud de los pacientes hay que añadir que el 62% de los encuestados eran trabajadores en activo y la mayoría personas con cualificación.
La edad media de debut referida por los pacientes es de 19 años. A partir de ahí, sufrían unas cuatro crisis al mes, con una duración media de 20 horas.
La intensidad del dolor es tal que muchas veces motiva una visita a urgencias. De hecho, cuatro de cada diez pacientes dicen haber acudido en el último año, y el 12% había tenido que hacerlo tres o más veces.
En lo que se refiere al abordaje médico, los autores detectan varios problemas, como que la utilización de analgésicos simples es muy alta, a pesar de su habitual ineficacia, al contrario de lo que ocurre con los fármacos específicos, cuyo uso es bajo.
En la asistencia especializada, se observa una excesiva utilización de estudios complementarios, más en concreto los de neuroimagen, solicitados a casi la mitad de los pacientes, lo que contrasta con las recomendaciones de las sociedades científicas.
El estudio ha sido coordinado por los doctores Valentín Mateos y Jesús Porta-Etessam, responsables de la Unidad de Neurología de la Clínica La Luz.
Fuente: Efe.