El tobillo. Parte II

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El tobillo Parte II – En el número anterior de «Natural», hablaba de los tipos de esguince, de su tratamiento y exponía un caso práctico. En este número abordaré por qué se produce el esguince y qué debemos hacer en cuanto nos lo producimos. Os ofrezco otro caso en clínica.

En primer lugar, diré que no es fácil hacerse una lesión ligamentosa, cuando se produce es por dos motivos principales:

  1. Arrastrábamos la lesión desde tiempo indefinido.
  2. Trauma por impacto sobre la zona lesionada.

En las imágenes tenemos los dos casos anteriores. En la lesión por un zapato alto, por ejemplo, no se suele reflejar, a no ser que se cree una inflamación considerable, hematoma y dolor. En la imagen del trauma por impacto, por ejemplo, jugando al fútbol, el dolor es inmediato.

En un esguince que no nos ha preocupado por su falta de impacto sobre nuestras neuronas motoras, (dolor), se va produciendo el asentamiento de la lesión, no dejando que haya estabilidad en el caminar y, finalmente produciendo un dolor que cada vez va siendo más constante y agudo, es lo que nuestros pacientes denominan como la cantidad de esguinces que se hacen al año. La realidad es sólo una, que empieza a manifestarse definitivamente.

¿Qué debemos hacer ante una torcedura en cuanto nos damos cuenta?

  • Aplicamos frío durante 2 días, en periodos de 2-3 veces/día, durante 20 minutos, (cuidado no aplicar hielo directo sobre la piel, pues la quemaríamos).
  • Elevación de la pierna en reposo durante esos dos días.
  • Asistir a nuestro masajista, transcurridos estos dos días.

Los osteópatas que trabajamos la patología deportiva con asiduidad, empezamos a trabajar desde el primer día. Y, si hay inflamación ¿no es contraproducente? –Sí. Por eso comenzamos durante esos dos días de frío y reposo con técnicas anti-inflamatorias de drenaje linfático manual y vendaje funcional con drenador en la zona lesionada. Después pasamos ya a la acción como hablaba en el artículo del mes pasado.

Un caso real

Paciente de 26 años, (C.A.S.), estudiante y practicante de baloncesto. Después de una semana con una tobillera viene porque no siente resultado a esta recomendación de su médico. Me conoce porque previamente ya he tratado de diferentes cosas a su madre, después a su padre y finalmente a su hermana.

No presenta inflamación, pero sí aparece el gesto de la lesión. Las radiografías nos enseñan ese gesto anatómico que se ha quedado bloqueado por el hecho de falta de movilización ósea, en su caso del hueso astrágalo. También presenta dolor a la palpación en dos de los tres ligamentos externos, (peronéo-astragalino anterior y peronéo-calcáneo).

Comenzamos pues con tratamiento para un esguince de grado 1, (leve), el día 13 de Febrero, con masaje y friccionamos, (F.T.P., de Cyriax), los dos ligamentos lesionados. Descoaptamos la articulación tibio-astragalina y damos movilidad a su astrágalo. Para la segunda sesión (48 horas después), ya no hay bloqueo articular y recuperación total del ligamento medio, (peronéo-calcáneo). Tercera sesión y última el 20 de Febrero, fecha en la que queda recuperado totalmente su tobillo.

Vemos pues, como en tan sólo una semana un esguince agudo queda restablecido de forma definitiva, ¿porqué jugarnos crear una lesión crónica que por pisar mal, además, nos va a ir arrastrando a una lumbalgia, dolores de cabeza, etc.?

Próximamente iremos a las secuelas que quedan en los esguinces no tratados, porque el no tratar una lesión no es gratis… el cuerpo siempre cobra sus deudas.

José Enrique García González
Osteópata y Masajista deportivo diplomado por la Corporación Thuban de Madrid Especializado en terapias del deporte