Introducción a la Terapia Energética Integrativa

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En estos tiempos cambiantes, complejos y vertiginosos no sólo cabe hablar de crisis referida a un aspecto de nuestra sociedad sino, como apuntan los observadores de lo social, es un fenómeno profundo que afecta en lo personal y en lo colectivo, incluido nuestro hábitat, puesto que todos los aspectos, el individual, el grupal y el colectivo están irremediablemente unidos. Nuestros mecanismos adaptativos se ven obligados a realizar reajustes constantes forzando los tiempos y las compuertas de nuestro Sistema Energético Vital que busca reequilibrarse a través de síntomas, de estados de ánimo, de alteraciones en la bioquímica de nuestro cuerpo que provocan a su vez, y si no son tratados de la manera adecuada y desde una perspectiva global, que el sistema entre en incoherencia, en desajuste y en enfermedad, ya sea crónica, aguda, grave o leve. Sin olvidar que un impacto emocional, un sufrimiento o estrés prolongado en el tiempo pueden ser origen de enfermedad, ya sea que afecte al campo emocional, mental o psíquico. Actualmente además, observamos muchos hombres y mujeres cada vez más conscientes de su anhelo por encontrar un sentido a sus vidas, una necesidad de trascenderse a sí mismos, en ocasiones oculta bajo sus síntomas físicos, su dolor, su enfermedad: dolores de cabeza, estados depresivos, dolores generalizados identificados bajo sucesivas etiquetas, etc.

La T.E.I., Terapia Energética Integrativa, nace a partir de la observación de esta realidad y con el propósito de, partiendo de una visión total e integral, abarcar las diferentes formas en las que se manifiesta la enfermedad, los síntomas, y poder afrontarlos de la manera más completa posible. Realidades complejas requieren respuestas globales.

La T.E.I. es la suma práctica y efectiva de múltiples propuestas terapéuticas y evaluatorias seleccionadas por su eficacia y sencillez a lo largo de treinta años de práctica clínica. Podríamos decir que es una confluencia múltiple, un cruce de caminos donde se encuentran las reflexoterapias, la auriculomedicina, la neuralterapia, el láser, los fotones y muchos de los sistemas diagnósticos y terapéuticos que componen la naturopatía. Su visión desde la totalidad del ser humano y la creación así como de los diferentes estadios evolutivos entre los que nos movemos le da una dimensión global, y todas las técnicas que se utilizan tienen en común esa perspectiva, que le otorga un sentido de coherencia y continuidad frente a lo que fácilmente podría verse como un conjunto de técnicas sin más. Todo ello hace que el método resulte sumamente eficaz desde el punto de vista clínico. La T.E.I. suma intenciones procurando mantenerse en un nivel muy práctico y sencillo.

T.E.I. es energética porque trabaja con energía, integrativa porque es un método abierto que va integrando lo mejor en la práctica terapéutica. Un sistema que puede ser individualizado y ajustado a cada terapeuta según sus características y a cada paciente según su necesidad.

T.E.I. es también una terapia energética integral que quiere decir global, total, Inspirándonos en las corrientes filosóficas y científicas más avanzadas y al mismo tiempo la sabiduría milenaria de diferentes tradiciones, hablamos siempre de sistemas, de órdenes sistémicos que abarcan y al mismo tiempo son parte de otros. Desde una perspectiva integral cada parte refleja en sí misma la totalidad.

Cuando abordamos el síntoma de forma respetuosa, el sistema responde de manera sorprendentemente coherente, poniendo de manifiesto que la red de circuitos interconectados que favorecen el funcionamiento del sistema es algo vivo, cambiante y que responde a los impulsos coherentes poniéndose en orden. Las leyes de curación nos indican la dirección a seguir: de adentro hacia fuera y de arriba abajo. Poco a poco, aprendiendo a leer los síntomas mediante los cuales el cuerpo habla y pide curarse, observamos cómo ese impulso curativo es estimulado y recorre, podríamos decir, que ordenadamente, las zonas a tratar. Un ejemplo claro de esto es el trabajo sobre los bloqueos energéticos denominados «focos interferentes», en términos de la Terapia Neural: muchas veces una cicatriz por intervención quirúrgica, o un órgano están provocando un cortocircuito energético que irradia hacia otras áreas relacionadas y que interactúan con ellas como parte de la red. ¿Cómo explicar si no que para corregir problemas menstruales actuemos sobre las anginas y mejore el funcionamiento del ciclo? Teniendo en cuenta la conexión entre el centro neurálgico de la garganta, y los órganos sexuales, es decir entre el 5º plexo energético y el 2º. O que los filtros o biocircuitos, colocados sobre las pantallas reflejas con una determinada información previamente chequeada restablezcan el buen funcionamiento general por el hecho de que reponen la buena comunicación entre los sistemas del cuerpo físico.

Se utilizan diferentes formas diagnósticas o evaluatorias según la sensibilidad del terapeuta o la necesidad del paciente: el test del anillo, el VAS, la bioantena de los radiestesistas, la palpación fascial longitudinal (PFL), el triple pulso ayurvédico, y otros. Y en el ámbito de la observación el estudio del iris, la lengua, la oreja, las uñas, las manos, la huella digital y la morfología del cuerpo que nos habla de la constitución y el terreno del paciente. Todo ello actúa como «pantallas» que reflejan la totalidad y al mismo tiempo se proyectan hacia el resto el sistema.

En el campo terapéutico propiamente dicho, y en la misma línea se utilizan filtros de tratamiento, homeopatía, dietas, acupuntura, ajustes vertebrales, biocircuitos, agujas de acupuntura que se colocan a veces sobre los microsistemas reflejos, como la mano, la oreja, etc. Se tratan, la oreja, el pie, la lengua con rayo láser de baja intensidad y las zonas reflejas del iris con color (iridocromoterapia). Todos los métodos empleados han sido seleccionados por su gran eficacia después de años de práctica clínica, en la que hemos ido descartando lo menos eficaz y lo totalmente ineficaz. Se han incluido las reflexoterapias diagnósticas y terapéuticas como la acupuntura coreana de la mano, la auriculterapia china, la electroacupuntura de Voll y otras. Para que el cuerpo hable en forma de malestar, para que busque un reajuste a través de síntomas o enfermedad declarada tienen que darse una serie de factores «colaterales» y que hay que tener en cuenta, desde la genética, hasta las cirugías, extracciones dentarias, impactos emocionales, geopatías y campos electromagnéticos, radiactividad, situación laboral y relacional, accidentes, sobrecargas e influencias medioambientales y sociales, condicionamientos de género.

Los tiempos críticos que vivimos requieren actuaciones que estén a la altura y que tengan en cuenta el mapa y el territorio, el texto y el contexto.

Como resultado asimismo de esa perspectiva integral finalmente nos encontramos con la psicoterapia y el trabajo interior como herramienta de curación y donde en ocasiones encontramos el origen del desequilibrio.

La T.E.I. es consciente e incluye las dimensiones emocionales y trascendentes del ser humano como individuo y como parte de un sistema más amplio. Se incorporan en esta vertiente dos factores: el trabajo con el trauma y el nacimiento, ese primer encuentro crucial con la vida que es el viaje de la oscuridad a la luz y que resulta ser un shock cuyas dimensiones ni imaginamos y cuyo eco, que puede ser origen de enfermedades y desajustes importante puede repetirse cada día, a cada nuevo reto, en cada situación crítica y la forma de abordarlo como si el pasado se actualizase una y otra vez.

Y el otro factor es la información generacional del sistema familiar. Desde ahí se pueden encontrar los orígenes psicosomáticos de algunas enfermedades y desequilibrios El terapeuta se entrena a sí mismo en su camino de evolución hacia una mayor comprensión y, por lo tanto, coherencia respecto a su presencia como terapeuta, aprendiendo de sus propias falsas creencias, trascendiéndolas para poder estar más y más presentes y facilitar a otros el Proceso de Desarrollo Integrador que en ocasiones está en la raíz de todo.

La T.E.I. es compatible, fiable y eficaz después de algunos seminarios de aprendizaje. El propósito de la formación es transmitir una visión total y una práctica abierta, no dogmática en línea con la dinámica transcultural evolutiva para el ser humano contemporáneo.

Gema Vidal Santos
Desarrollo Integrador T.E.I. Centro Itaka

Julio Alonso Yáñez
Osteópata, Naturópata y Energetista. Creador de la T.E.I. Centro Itaka
www.centroitaka.es