El retorno a casa está en lo más profundo de tu interior. Retornando a tu esencia original, a tu manera de ser auténtica.
Iniciamos un camino, un viaje a alguna parte y durante el trayecto muchos de nosotros nos olvidamos quienes éramos en realidad. Pensábamos que tendríamos todo el tiempo del mundo para autoconocernos, para descubrir el porqué existimos, el para qué estamos en la existencia porque sinceramente la existencia es lo más profundo que tenemos como ser humano y sin embargo, a veces nos tememos a nosotros mismos tanto que realmente nos convertimos en copias, en papeles de algo que realmente no nos define y es normal con tanto tiempo en el medio, en este viaje que es la vida se nos olvidó el propósito de nuestra existencia, se nos olvidó Ser, simplemente Ser lo que realmente somos.
En el día a día, en nuestra vida cotidiana nos identificamos tanto con aquello que creemos querer ser, con nuestra experiencia, con aquello que nos falta, con aquello que creemos nos tiene que completar. Estamos tan pegados a nuestro rol, a nuestro papel que nos toca interpretar en esto que llamamos vida que ni siquiera nos damos cuenta de la verdadera realidad, de lo que en realidad somos. Aquello que no somos nos envuelve tanto que la existencia se convierte en una lucha, en un sobrevivir, en buscar aquello que nos falta, que creemos necesitamos que nos complete, cuando simplemente ya somos completos. La existencia tiene tanto poder en nosotros que creemos ser existencia y nada más. El verdadero Ser está en nuestro interior, en nosotros mismos, en aquello que siempre fuimos y que en realidad somos. Somos seres auténticos, originales, profunda y a la vez simple esencia.
No es necesario competir ni comparamos, ni creer que no somos felices porqué quizás nos falte un día un coche, otro día un amante, y al siguiente día el éxito porque al fin y al cabo todo es la cara de una misma moneda.
Venimos al mundo a experimentar y nos confundimos tanto con la experiencia que nos dormimos, y estamos soñando un no Ser en la existencia.
Por momentos creemos despertar por un instante y es entonces cuando nos volvemos seres espirituales viviendo una experiencia en la tierra y sin embargo, aún sentimos que algo nos falta, algo que hace presión muy profundo dentro nuestra y seguimos identificados con el afuera tanto que nos engaña los sentidos y nos sentimos tan involucrados con aquello que nos supera, que nos falta, que no entendemos que se nos olvida mirar adentro, en lo más profundo de nuestro ser aquello que ya tenemos dentro y que nos muestra que somos completos, únicos y auténticos, Seres originales viviendo un no ser en la profunda y también maravillosa existencia.
Dejemos de preocuparnos tanto por sobrevivir porque se nos vuelve todo tal carga que se nos olvida lo más simple: Ser y manifestar nuestro Ser, esa es la razón y el para que de nuestra existencia. No busquemos más en el afuera, a no ser que necesites seguir en la experiencia, está muy bien, todo es maravilloso y lógico, si es aquello en lo que crees, está perfecto vivir pegado a la existencia. Sin embargo, y si consigues vivir en lo más neutro de ti, conseguirás vivir de forma más ligera.
Y la carga se disipará y simplemente estarás dispuesto a vivir en lo mejor de ti, en tu esencia.
Sara Leiva
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