Entre el 10 y el 20 % de los niños españoles sufre trastornos mentales

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Entre un 10 y un 20 % de los niños y adolescentes españoles padece algún tipo de trastorno mental y la incidencia de estas patologías ha ido en aumento en los últimos años.

Así se desprende del estudio “El trastorno mental grave en niños y adolescentes en la sanidad pública española”, elaborado por un grupo de profesionales que desarrollan su labor en centros de salud dependientes de Hospitales Universitarios.

Este informe será presentado y debatido en el 25 Congreso de Salud Mental que la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) celebrará del 6 al 9 de junio en Adeje (sur de Tenerife).

La doctora Encarnación Mollejo, jefe del Servicio de Salud Mental del Distrito de Arganda del Rey, ha expuesto, en una nota de prensa, que la incidencia y prevalencia de estos trastornos ha aumentado en los últimos años, debido a una mayor detección y mejor diagnóstico.

“El 50 % de todos los trastornos mentales que duran toda la vida del sujeto empiezan sobre los 14 años. La esquizofrenia aparece antes de los 10 años en un 1 %, y antes de los 14 años en un 4 % de los casos”, ha precisado Mollejo.

Los expertos sostienen que la atención a estas enfermedades en la infancia y adolescencia en el sistema sanitario español está “insuficientemente desarrollada y dotada de recursos”, a pesar de la “enorme repercusión” que tienen en su calidad de vida.

“El inicio de estos trastornos a una edad muy temprana y su persistencia a lo largo de la vida comprometen el desarrollo personal y afectan gravemente a la vida familiar, la etapa escolar, social y laboral, produciendo una importante desadaptación y sufrimiento en los niños y sus familiares”, ha agregado.

En general, ha proseguido la doctora, existe la sensación entre los profesionales que atienden a la población infanto-juvenil de que los pacientes con trastornos mentales graves (TMG) “tardan mucho tiempo en llegar a los Servicios de Salud Mental, retrasándose así el inicio de la intervención”.

Por ello, ha dicho que un diagnóstico precoz y el tratamiento temprano intensivo, especializado, continuado, coordinado e integrado son factores que inciden muy significativamente en una evolución más favorable y menos invalidante en muchos casos.

El estudio revela también la “gran variedad” en la práctica clínica y los diferentes recursos que se destinan a estas patologías en los niños según las distintas comunidades autónomas.