Cada vez es más habitual emplear animales para desarrollar diferentes tipos de terapias que ayuden a mejorar el estado de personas que padecen algún tipo de enfermedad o discapacidad y, aunque lo más común son los perros, caballos o delfines, en el Parque de Cabárceno apuestan por los leones marinos.
Por segundo año consecutivo, con estos animales, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria) lleva a cabo una terapia con niños autistas en la que se atienden las necesidades de cada participante.
La terapia en sí no es una novedad, ya que es algo que se realiza también en otros centros, pero una de las singularidades de la que se desarrolla en Cabárceno es que dos de los animales que suelen participar en las sesiones son hembras de león marino que también padecen una discapacidad.
‘Baby’, un hembra de león marino de California, de 19 años, es ciega de nacimiento, y la otra, ‘Deva’, procedente de la Patagonia, de 9 años, llegó al parque con un glaucoma en un ojo y estrabismo en el otro.
La terapia con estos animales es el resultado de un acuerdo de colaboración entre el Gobierno de Cantabria y la Asociación de Padres de Afectados de Síndrome de Espectro Autista y otros.
Trastornos Generalizados del Desarrollo de Cantabria (Aptacan), gracias al cual se benefician tres niños, con edades comprendidas entre los 10 y los 15 años.
La presidenta de Aptacan, Violeta Montes, señala, en una entrevista con Efe, que la terapia con leones marinos “no es mágica”, aunque “desde la tercera sesión ya se ven adelantos”.
“Este tipo de acciones con animales suele funcionar, y el hecho de hacerlo con leones marinos, que es un animal que llama mucho la atención, es muy espectacular y eso refuerza la terapia”, añade.
Violeta Montes indica también que la terapia se hace con tres niños porque con más “sería demasiado”.
Además, la presidenta de Aptacan explica que “no se puede hablar de un autismo en general” y que dependiendo del niño “se trabajan unas cosas u otras”. Así, las sesiones de la terapia están prácticamente personalizadas.
Acompañados por sus tutores y una psicoterapeuta, los tres niños participantes en el proyecto acuden cada lunes y miércoles, durante todo el curso escolar, a las sesiones que prepara el capataz de la instalación de leones marinos de Cabárceno, Jon Eguiraun, y su equipo de entrenadores y asistentes.
Las sesiones, de una hora de duración, se desarrollan tanto dentro como fuera del agua, dependiendo de la época del año, y en ellas se trabajan diferentes habilidades psicomotrices a través de ejercicios variados en los que los niños se ven “forzados” a dar órdenes a los animales e interactuar con ellos.
Eguiraun, que posee una dilatada experiencia en el entrenamiento de delfines y leones marinos, considera que los niños participantes en esta terapia “ganan muchísimo” en aspectos como la seguridad, la autoestima en hacer relaciones con otros niños, o el control de los movimientos y de la voz.
En su opinión, los leones marinos y los mamíferos marinos en general ofrecen “cierta complicidad” por su carácter que, junto a su entrenamiento, permite una variedad de ejercicios con los que “puedes involucrar muy bien a los niños”.
Aptacan ya ha sugerido a Cantur, la empresa pública encargada de gestionar el Parque de Cabárceno, la posibilidad de crear una instalación especial para este tipo de terapias ya que, en las actuales, hay determinadas personas que no pueden acceder con comodidad, como las que tienen movilidad muy reducida o las muy hiperactivas.
Fuente: Efe.