Los cerebros de médiums brasileños mostraron trastornos de funcionamiento durante sesiones en las cuales, en trance, escribían mensajes supuestamente dictados por difuntos o “espíritus”, según un artículo difundido por Public Library of Sciences (PLoS ONE).
La investigación la llevaron a cabo científicos de la Universidad de Sao Paulo (Brasil) y de la Universidad Thomas Jefferson, en Filadelfia (Pensilvania) para determinar los flujos de sangre en diferentes regiones del cerebro durante los trances.
Un médium es una persona a la cual se considera dotada de facultades paranormales que le permiten actuar de mediadora en la consecución de fenómenos parapsicológicos o de hipotéticas comunicaciones con los espíritus.
Estas personas también son descritas como clarividentes, clariaudientes o clariestésicas y se les atribuye una percepción extrasensorial. Para este estudio los científicos se concentraron en la llamada “psicografía”, en la cual, supuestamente, los espíritus convocados escriben con la mano del médium.
Los investigadores enrolaron a diez médiums que, según el artículo en PLoS, tenían entre 15 y 47 años de psicografía, realizándola hasta dieciocho veces por mes.
Todos ellos, indicó el estudio, eran diestros al escribir, gozaban de buena salud mental, no usaban psicotrópicos e indicaron durante el estudio que eran capaces de alcanzar su estado de trance durante la tarea psicográfica y estaban en estado regular de conciencia durante las tareas de control.
A los sujetos del estudio se les inyectó un compuesto radioactivo trazador que permitió observar el flujo de sangre en el cerebro durante la actividad normal y durante el trance en el que escriben los mensajes dictados.
Los investigadores usaron la tomografía computerizada por emisión de fotones individuales (o SPECT por su sigla en inglés) para la observación de las áreas activas e inactivas durante la práctica.
“Se sabe que las experiencias espirituales afectan la actividad cerebral”, sostuvo Andrew Newberg, director de investigación en el Centro Jefferson-Myrna Bird de Medicina Integrativa, quien colaboró en este trabajo con el psicólogo clínico Julio Peres, del Instituto de Psicología de la Universidad de Sao Paulo.
“Pero la respuesta cerebral a la ‘mediumnidad’, es decir la práctica de entrar, supuestamente, en comunicación con el espíritu de una persona fallecida, ha recibido poca atención científica y, a partir de ahora, deberían llevarse a cabo nuevos estudios”, añadió.
Los científicos observaron que los médiums más experimentados mostraban niveles más bajos de actividad en el hipocampo izquierdo (el sistema límbico), el giro temporal superior y la regiones del cíngulo anterior izquierdo y del giro precentral derecho en el lóbulo frontal, durante la psicografía.
Las áreas del lóbulo frontal están vinculadas con el razonamiento, la planificación, la generación de lenguaje, el movimiento y la solución de problemas, y los investigadores creen que durante la psicografía ocurre una ausencia de enfoque, de percepción de sí mismo y de conciencia.
Pero los psicógrafos con menos experiencia mostraron todo lo opuesto: niveles mayores de actividad en las mismas áreas frontales durante la psicografía y durante la escritura normal. Los científicos creen que esto puede señalar su mayor esfuerzo para lograr la psicografía.
Fuente: Efe.