Candida Albicans
La candidiasis, es una patología que afecta a un gran número de seres humanos y mamíferos. Está causada por la proliferación infecciosa de algún tipo de levaduras, oportunistas, del tipo cándida. De esta familia de levaduras conocemos más de 150. No obstante, aquí, la más común, es Cándida Albicans.
La candidiasis, es más frecuente y agresiva en mujeres que en hombres. Es, con mucho, la infección mas frecuentemente tratada por nosotros. Su prevalencia es altísima, viendo en nuestra práctica clínica que más de un 70% de nuestras pacientes, en su primera consulta, están afectadas por esta infección, mientras que entre los hombres, es del 50 %. La candidiasis, puede afectar a cualquier órgano, sistema o tejido de los mamíferos.
Nuestro cuerpo, se aleja mucho de la idea de ser un único ser. Dada la multiplicidad de organismos que lo habitan, (hongos, bacterias, levaduras, etc.), se asemejaría más al concepto de ecosistema que al de un sólo organismo.
Desde poco después de nuestro nacimiento, las candidas, viven en armonía y equilibrio con nuestros órganos y tejidos. Las tenemos en la piel, aparato digestivo, sistema genitourinario, etc. Una de sus funciones básicas, es absorber ciertos metales pesados para que no lleguen a la sangre y puedan dispersarse contaminando partes sensibles de nuestro cuerpo; nos ayudan a degradar restos de hidratos de carbono que no han sido bien digeridos y junto a ciertas bacterias, mantienen nuestro equilibrio intestinal y el P.H. La flora intestinal, cutánea y vaginal, junto con el sistema inmunitario, nos ayudan a mantener las poblaciones de estas levaduras bajo un equilibrio controlado. No obstante, hay ciertos factores, que pueden alterar nuestro sistema inmune y desequilibrar la flora intestinal, cutánea, vaginal, etc., pudiendo causar la proliferación excesiva de las cándidas y por consiguiente dar lugar a un estado de infección patológica que llamamos candidiasis.
Infección
La candidiasis se presenta más frecuentemente en las zonas húmedas y cálidas de la piel y las mucosas, como los intestinos, las axilas, la boca, uñas, el glande y la vagina.
Candida albicans es parte de la flora normal, saludable y habitual del intestino, la vagina, etc.; sin embargo, hay que recurrir a tratamiento naturopático si la infección se vuelve patógena.
Las probabilidades de contraer candidiasis aumentan en pacientes con problemas inmunitarios, promiscuos/as, obesos/as y diabéticos/as; el consumo de antibióticos, anticonceptivos y las alteraciones hormonales debidas al embarazo también incrementa el riesgo.
Deberían ser muy cuidadosas al respecto, las personas con déficit inmunológico, neoplasias, diabetes, lupus eritematoso, y linfomas y las/os trabajadoras/es del sexo, pues, en los peores casos, la infección puede llegar a extenderse, con consecuencias bastante serias.
Factores del desequilibrio
Algunos de estos factores suelen ser: consumo excesivo de azúcares e hidratos de carbono refinados. Consumo habitual de agua del grifo, clorada y fluorada. Utilizar antibióticos, cortisona y hormonas sexuales sintéticas. Los antibióticos destruyen la flora intestinal bacteriana, pero no las cándidas que son resistentes a ellos. Esto hace que puedan proliferar sin ningún microorganismo que las controle, de hecho es muy frecuente que tras un tratamiento a base de antibióticos, la persona tenga una fase aguda de candidiasis. Embarazo. El estrés continuado. Déficit de nutrientes.
Regular nuestros niveles de hormonas, mantener una producción sana de secreciones digestivas y regular la glucosa, son factores importantísimos para el control de las cándidas. Cuantos más y mayores desequilibrios nutricionales, mas y mayores oportunidades tendrán las cándidas de proliferar en forma de infección.
Síntomas
Entre los síntomas puramente físicos, es frecuente, tener cansancio, melancolía, depresión moderada o severa, «infecciones de orina», flujo blanquecino y con un cierto olor a levadura, vientre inflamado, irritación genital y anal, gases, muchos gases, cansancio, picores, alergias, dolores de cabeza, pasión por hidratos de carbono como el azúcar, las bebidas gaseosas, etc. En las exploraciones clínicas, (para el diagnóstico nosotros recurrimos a la kinesiología cuántica), solemos encontrar, además, sobrecargas o intoxicaciones por metales pesados, infecciones bacterianas, carencias vitamínicas, déficit de hierro, etc. Muchas de las personas con candidiasis, presentan hernia iatal y anemia en diferentes grados, que suelen remitir al tratar la candidiasis.
Tratamiento
Hasta hace unos años, un modo común de tratar las candidiasis, era proponer a los/as pacientes unos tratamiento de entre 8 y 10 meses de duración en base a productos, casi siempre caros, derivados del ajo, la corteza de raíz de granado, extracto de nuez verde, artemisa, orégano, clavo, etc., algunos de ellos con efectos secundarios tóxicos y unas pautas dietéticas que además de ser, excesiva e innecesariamente restrictivas, eran aburridísimas y a veces tan severas, que las personas no acababan casi nunca los tratamientos. Además, su vida social se veía afectada pues no podían comer ni beber casi ninguno de los alimentos habituales y llevaban una vida de enfermos/as. Por consiguiente, la casi totalidad de los/as pacientes abandonaban la dieta, no se curaban y no volvían a las consultas. En definitiva, un completo fracaso. En la actualidad, las cosas han cambiado enormemente, los tratamientos suelen durar 2 semanas, la dieta es muy poco restrictiva, fácil, normal y llevadera; los productos que recomendamos son muchísimo más baratos y saludables.
Después de tratar más de 500 casos de candidiasis nuestras estadísticas mostraban que era frecuente que la infección reapareciera en 2-3 meses. Tras observar por un tiempo este fenómeno, entendimos que el motivo de la reinfección era que sus parejas seguían infectadas y mediante la convivencia y en particular de los contactos sexuales nuestras pacientes volvían a reinfectarse pero ahora con una cepa ajena a la propia y que resultaba más agresiva y sintomática. Por consiguiente, desde entonces nuestra propuesta terapéutica incluye a la pareja o parejas de nuestras/os pacientes. A partir de aquí los casos de éxito ante el tratamiento eran ya de casi del 85 % pero todavía había un segmento de nuestras/os pacientes que seguían volviendo a padecer candidiasis a los pocos meses de haber sido tratadas/os. Nuevamente manos a la obra hasta que por fin encontramos cual era el factor “reservorio” de la candidiasis. Casi todas estas personas que estaban recayendo convivían con perros o gatos y eran estos los reservorios portadores y transmisores de las candidiasis. Por consiguiente, en los 2 últimos años, nuestra propuesta terapéutica para el tratamiento de la candidiasis incluye evaluar al/la paciente, su pareja, amantes, etc., sus hijos e hijas y sus mascotas. A partir de aquí, hemos tratado a más de 3.000 personas con esta metodología y los resultados son de casi el 100% positivos.
El tratamiento recomendado, se basa en la prescripción de remedios cuánticos más un plan dietético.
Plan dietético para 2 semanas
Es la más sencilla, corta, fácil y económica de cuantas conocemos, está destinada a apoyar el tratamiento, debilitar y eliminar las colonias infecciosas de cándidas; con ello, privamos a las cándidas de los hidratos de carbono que son su principal fuente energética.
Eliminar por completo de la dieta
Azúcar, miel. Agua del grifo, por su contenido en cloro y flúor. Lácteos (todo tipo incluso yogures, actimel, etc.). Alcohol, incluso la cerveza sin alcohol. Levaduras orgánicas y productos que las contengan.
Tomar con moderación
Productos elaborados con harinas refinadas como pastas, galletas, etc. Cereales refinados como arroz blanco, trigo, cebada, centeno, etc. Berenjenas, champiñones, setas. Tomates, patatas, calabaza, boniatos, remolacha. Pasas, orejones, dátiles, higos secos, pan de higo, cacahuetes y pistachos. Fruta, se pueden tomar de todas las habituales de Europa, excepto, plátano y chirimoya.
Se puede tomar sin restricciones
Carnes, huevos, pescados. Todos los vegetales permitidos. Legumbres (lentejas, garbanzos, alubias, soja, etc.). Frutos secos y semillas (salvo cacahuetes y pistachos). Cualquier tipo de pan sin levadura; arroz integral, arroz basmathy, quinoa, trigo, maíz y mijo. Tortas de arroz integral, maíz, etc. Dulces, panes y repostería sin azúcar y elaborados con gasificantes como bicarbonato, levadura Royal u otra levadura química. «Leches vegetales» de soja, avena, almendras, arroz, chufa, etc. Aceite de oliva extra virgen o biológico de 1ª presión en frío. Zumos vegetales naturales, excepto de tomate, zanahorias, remolacha y patata. Agua mineral de manantial o embotellada.
Además se recomienda beber un vaso de limonada al día. Por ejemplo, en un vaso de agua, exprimir un limón, está muy bueno y reduce el PH ácido derivado de la candidiasis.
Fernando Bernal Martín
Naturólogo, Kinesiólogo cuántico
www.centrovidasana.com