Comer tres o más porciones de arándanos y fresas a la semana puede ayudar a las mujeres a reducir su riesgo de sufrir un ataque al corazón hasta en un tercio, según una investigación publicada en la revista ‘Circulation: Journal of the American Heart Association’.
Los arándanos y las fresas contienen altos niveles de compuestos naturales llamados flavonoides dietéticos, que también se encuentran en las uvas y el vino, las moras, las berenjenas y otras frutas y verduras. Una subclase de los flavonoides, llamados antocianinas, podría ayudar a dilatar las arterias, frente a la acumulación de placa, y proporcionar otros beneficios cardiovasculares, según el estudio.
“Los arándanos y las fresas se pueden incorporar fácilmente a la dieta semanal de las mujeres”, afirmó Eric Rimm, autor principal y profesor asociado de Nutrición y Epidemiología en la Escuela de Harvard de Salud Pública en Boston (Estados Unidos). “Este simple cambio dietético podría tener un impacto significativo en los esfuerzos de prevención”, celebra.
Los científicos de la Escuela de Harvard de Salud Pública y la Universidad de East Anglia (Reino Unido) llevaron a cabo un estudio prospectivo entre 93.600 mujeres de 25 a 42 años registradas en el ‘II Nurses Health Study’.
Durante la investigación, se produjeron 405 ataques al corazón. Las mujeres que consumían la mayor cantidad de arándanos y fresas redujeron un 32 por ciento el riesgo de ataque cardíaco en comparación con las mujeres que comían las bayas al mes una vez o menos, incluso en aquellas que consumían una dieta rica en frutas y hortalizas.
Los resultados fueron independientes de otros factores de riesgo como la edad, la presión arterial alta, antecedentes familiares de la ingesta de ataque cardíaco, la masa corporal, el ejercicio, el tabaquismo, la cafeína o el alcohol.
Fuente: Europa Press.