En la actualidad, ya se ha integrado convenientemente el concepto de “neurolingüística”, como una asignatura o una herramienta que debe ser estudiada, comprendida y puesta en práctica. Su objetivo principal está basado en conseguir un avance significativo en los procesos de comunicación. También influye, en consecuencia, en la expresión ante una audiencia. La definición clásica es la de la Oratoria.
En realidad podemos tener en cuenta esta “programación neurolingüística” en su sentido más profundo, que tiene que ver con afianzar la seguridad en nosotros mismos. Por ello, también se tienen en cuenta los parámetros reconocidos en la “comunicación no verbal”. Lo importante en todo ello es encontrar una vinculación personal y flexible que manifieste nuestra personalidad. La microgestualidad, la postura global –abierta o cerrada, el estado de ánimo, son factores que permiten construir un todo global en la expresión de la persona. En este sentido, A. Mehrabian se eleva a un 55% la suma de elementos que acompañan a nuestra expresión verbal –que llega a un 38%.
En realidad, podemos ampliar el mensaje mucho más allá de una comunicación emocional para llegar a una capacitación expresiva de un cien por cien.
Estamos en un momento vital, en este siglo XXI, tan intercomunicado gracias a todas las redes sociales tecnológicas, que necesita una configuración más holográfica del fenómeno de la manifestación personal, la comunicación y la transmisión de conocimiento relevante con el cual seguir creciendo con libertad en el pensamiento propio. La expresión personal que nos aporta verdadera identidad, es de suma importancia en la actualidad.
Paloma Cabadas, investigadora de los procesos de la Conciencia humana, comenta que “la conciencia plasma el cuerpo hacia la vida material”, a lo cual bien podemos dar continuidad si razonamos que la “conciencia está capacitada para incidir en las construcciones mentales y en el cuerpo de luz –áurico– de la persona”.
La modulación de este momento planetario incide muy positivamente en el inconsciente colectivo de la humanidad. La libertad que ofrece cada encuentro entre seres humanos hacia una conexión mayor con la naturaleza y con el cosmos, está permitiendo integrar la ampliación hacia nuevas vibraciones y emplearlas adecuadamente tanto en el pensamiento, en la acción, como en las palabras.
Las investigaciones de Pjotr Garjajev y sus colaboradores han dado la vuelta al mundo y sirven de base para esta nueva perspectiva. Nuestro ADN tiene un lenguaje, exactamente igual que cada área del planeta presenta una forma de hablar de un país o de una nación. El hecho de que nuestro código genético humano pudiera responder a una fluctuación vibracional, esto es, a un estiramiento de las hélices, resultaba al principio difícil de comprender. Pero con el tiempo y la divulgación de sus estudios, se fue integrando en el conocimiento general. Las combinaciones de las “piezas” o alcalinos de nuestro ADN están sujetos también a reglas, en cierto sentido gramaticales, lo cual responde a un sistema de organización que se puede considerar similar a los que estamos habituados en las lenguas que utilizamos.
En el libro “The Living Voice – La Voz Viviente” estamos presentando la perspectiva novedosa de que los acentos de nuestros idiomas vienen configurados por los elementos naturales y constructivos de un determinado paisaje. Esto significa que hay una influencia importante de la latitud del terreno como factor predominante a la hora da articular la musicalidad de un formato alfabético y sonoro en un lenguaje humano. Se puede manifestar que las lenguas pueden ser consideradas como un reflejo del fenómeno de combinaciones que realiza nuestro ADN humano de forma interna. Las fórmulas sonoras de los idiomas se flexibilizan según la orientación y el estiramiento inherente a su funcionamiento programado. Como una especie de gimnasia vibracional, con sus reglas, su ordenación y su gramática particular para realizar correctamente la función prevista y su modelo de expresividad.
La denominada reprogramación posible de nuestro ADN podría ser denominada, con mayor exactitud, “reconfiguración de la función” de las uniones internas de las hélices. La fuerza de la genética de la onda, esto es, la capacidad del sonido de “transmitir” proporciones y restablecer conexiones internas dentro del ADN es exponencial y puede ser usado de una forma correcta, creativa y creciente. Para tomar mejores opciones, es necesario experimentar las “buenas vibraciones” ya en el movimiento de las hélices del código genético. No sólo cambiar al nivel mental, esto es, del pensamiento, sino dejar fluir las buenas vibraciones “físicamente” en el ADN. ¡Es como una especie de masaje sónico especializado!
La cadena helicoidal se “estira” o fluye mejor, se relaja y se amplía cuando la polaridad positiva de las palabras, llena de creatividad y amor es el impulso que recibe la persona a través de la expresión propia (hacia sí mismo, internamente) y lo que le va llegando de las otras personas, dentro de su mundo social. Por el contrario, se “encoge” si la energía disminuye en la persona por los miedos, los sentimientos negativos (emitidos hacia sí misma o proyectados sobre ella) implicando una menor circulación de los componentes bioquímicos y una cadena de reacciones que involucran hasta la estructura de pensamiento, el mundo de creencias y los niveles intuitivos.
¿Podemos decir que la vibración de las palabras responde a un fenómeno cuántico?
La respuesta es sí. Hay un proceso de hipercomunicación (se está estudiando como super traslación cuántica), que se desarrolla y se extiende progresivamente en estados relajados de la mente (estado alfa o estados meditativos). El estrés, la excesiva preocupación o la hiperactividad mental impiden el proceso de comunicación con niveles más intuitivos, más ampliados de nuestra conciencia. Si no alcanzamos este nivel, nos encontraremos con una información deteriorada que puede llegar distorsionada y resultar poco operativa para la actividad que se espera.
Esta situación superior de intercomunicación se va filtrando hasta nosotros hasta lo que conocemos como “intuición” o “percepción extrasensorial”. Por lo tanto, lo que se emite a través de las palabras, lo que se recibe dentro de una comunicación bien aspectada, que incluye estos parámetros, produce un efecto resonador que implica mucho más que las células y el propio movimiento del ADN.
El puente hacia las nuevas vibraciones en las palabras
Es adecuado perfilar la esencia que está contenida dentro de cada uno de estos nuevos conceptos, que añaden una extensión vibracional real y vitalizante, porque se dan en un contexto más amplio de conocimiento y de búsqueda personal. Y conectan, en definitiva, con ese aspecto energético que hemos denominado “nivel cuántico”.
- Conciencia: esencia de cada ser vivo. Ser humano en experiencia planetaria.
- Consciente: interacción interna con los nuevos datos de crecimiento y evolución para el avance general de la humanidad.
- Arquetipo: modelo de energía pura, previo a la materia, que articula la plasmación en forma de todo lo que existe.
- Energía de Amar: fluido o vibración con lo que se crea y construye la Existencia de forma permanente.
- Compromiso: firma voluntaria para ejercer la libertad y el avance permanente que solicita la energía sutil para la Naturaleza, la vida en el planeta y el desarrollo del libre albedrío de las personas.
- Co-creadores: Decisión profunda de sostener el movimiento evolutivo planetario, aportando actitud, colaboración y energías benéficas impregnadas del amor esencial. Se vincula a la escala de ética trascendente.
- Evolución: proceso de toma de conciencia interior para plasmar actitudes resolutivas y realidades trascendentes en continua expansión.
- La variante global de la Evolución incide en el proceso continuo de las etapas de conocimiento y expansión energética a la que está sometida el impulso de la vida no sólo en el planeta sino en todo el universo.
Hacia el nuevo vocabulario | Terminología anterior |
Solidaridad | Prójimo |
Empatía | Caridad |
Amor incondicional | Amar al otro |
Autoestima | Amor a uno mismo |
Planeta | Mundo |
Responsabilidad | Obligación/culpa |
Evolución | Salvación |
Integración | Resignación |
Alquimia | Perdonar |
Ser multidimensional | Persona |
Singularidad | Individuo |
Genialidad | Ocurrencia |
Buenas vibraciones | Amable |
Nos damos cuenta de que esta nueva elaboración lingüística no participa del parámetro acomodaticio de una “moda” sino que responde a una interactuación con los nuevos valores que están apareciendo en nuestra vida, para ser integradores de nuevos modelos de biografía personal y de responsabilidad colectiva, tanto en lo social como en los objetivos comunes.
Estoy convencida que estas nuevas esencias y su perspectiva pueden volver a unificarnos como seres que son capaces de amar, después de estar solamente dedicados a razonamientos exclusivistas o desorientados de las verdades mejores que perfilan el carácter especial y trascendente del ser humano como tal.
¡Somos seres realmente únicos, en esta capacidad de lenguaje multinivel que podemos consolidar, con resultados tan favorablemente extraordinarios para todos!
Macarena Miletich
Escritora, Terapeuta Especialista en Técnicas vocales y Comunicación en público
macarenamiletich@gmail.com