Masaje Shiatsu – El otoño junto con la primavera son las estaciones que más ponen a prueba nuestro organismo preparándonos para soportar las temperaturas y cambios climáticos más extremos del año. La caída de las hojas de los árboles y el declive de las horas de luz del día nos avisan de la entrada al otoño y nos invitan a pasar más horas en casa y prepararnos para ese largo y venidero invierno.
Bajo la visión taoísta el invierno es la máxima expresión de energía yin mientras que el verano es la expresión máxima de energía yang. El otoño y la primavera son las antesalas a estas dos estaciones más extremas
iniciándose el declive de la energía yang para dar paso progresivamente a la energía yin que entra con la llegada del otoño y alcanza su máxima plenitud en los días de invierno. Nuestro organismo ha de realizar un gran esfuerzo energético para adaptarse a estos cambios de estaciones. Para generar calor necesitaremos alimentos más dulces y ricos en glucosa como hidratos y frutas, como los higos, calabazas, además cereales y legumbres. A nivel emocional nuestro ánimo puede verse afectado con lo que se conoce como depresión estacional y podemos sentirnos de repente más cansados de lo habitual y con falta de fuerzas y energías para cumplir nuestras responsabilidades familiares y horarios laborales. Sin contar que los días de luz se han acortado los cielos azules han cambiado por cielos plomizos cargados de agua y empezamos ya a sentir esa humedad y frío penetrar en nuestro cuerpo.
La Medicina Oriental establece una analogía con cada estación del año con un elemento de la naturaleza. El otoño lo relaciona con el Elemento Metal con su correspondencia en el organismo con la actividad y función de los pulmones y el intestino grueso. Los pulmones como sabemos se encargan de recoger del exterior la sustancia más valiosa para nuestro organismo el oxígeno mientras que el intestino grueso se encarga de expulsar los desechos tóxicos fuera del cuerpo. La analogía que establece la medicina oriental con el Metal es muy adecuada y significativa ya que en los tratados antiguos de medicina se representaba el Metal bajo el ideograma que simboliza el oro. Como bien conocemos el oro ha sido desde tiempos inmemorables para las civilizaciones base de sustento en la economía de sus pueblos.
Con esta analogía los antiguos orientales querían expresar como valiosísima la función de los Pulmones para nuestra existencia como motor energético que pone en funcionamiento toda la actividad del organismo. Los pulmones son los órganos que establecen ese intercambio fisiológico entre el interior y exterior de nuestro cuerpo y según la MTC de su buen funcionamiento dependen la hidratación de la piel y el cabello. La piel es un tejido permeable que hace de barrera con el exterior y recubre todo nuestro cuerpo. Un bebé recién nacido desarrolla su sistema nervioso a través de las primeras sensaciones que recibe a través del tacto por medio de su madre en el contacto piel a piel. Las pieles que se irritan con facilidad o que presentan áreas deshidratadas y secas denotan una desarmonía de los pulmones y del intestino grueso. La piel respira y elimina todas las toxinas que han pasado previamente por el intestino grueso.
Nuestro cuerpo necesita eliminar estos deshechos para poder disfrutar de una salud óptima y recoger de nuevo el oxígeno limpio a través del proceso de respiración. De igual manera nuestra mente necesita desechar también las ideas inútiles para poder aprovechar las nuevas ideas y estímulos del momento presente. Es además a través del proceso de respiración consciente cuando tomamos conciencia de nuestro presente en el «aquí y el ahora».
De ahí su traducción tan significativa de los tratados de medicina antigua, la intemporalidad y el instante que indican la importancia de aceptación y reconocimiento del momento presente. La falta de interés y arraigo en el presente se manifiestan a través de tristeza y muchas veces de la nostalgia de lo perdido y vivido en nuestro pasado.
Si observamos detenidamente la respiración de las personas que padecen depresión es una respiración muy superficial en la que apenas hay movimiento intercostal ni abdominal adecuado para generar una buena oxigenación de los tejidos. Esta respiración incompleta e inadecuada a largo plazo provocará un endurecimiento del conjunto de músculos del sistema respiratorio y un estado de letargo y apatía mentales difíciles de corregir si no son tratados a tiempo. Generalmente la gente con algún tipo de trastorno crónico respiratorio presentan un color de piel apagado y mustio como consecuencia de la falta de oxigenación celular.
Conjunto de músculos del sistema respiratorio
Entre los músculos que participan en el proceso respiratorio encontramos los músculos inspiratorios como son el diafragma y los intercostales externos así como los serratos, escalenos, pectorales, subclavios y espinales. Por otro lado encontramos los músculos espiratorios como son los intercostales internos y músculos de la pared abdominal como el transverso del abdomen, los oblicuos, piramidal y el recto mayor del abdomen.
En reposo el cuerpo humano sólo necesita del diafragma e intercostales para respirar pero ante situaciones como la tos, el ejercicio físico y demás se puede optimizar el proceso de respiración echando mano a músculos como los abdominales, el pectoral, el serrato, los escalenos y otros. Es importante ejercitar todos éstos músculos para favorecer su participación en el proceso de respiración colaborando con una eficiente ventilación que nos permita rendir más en el momento de esforzarnos físicamente. Por ejemplo existen diversas disciplinas como el yoga, el chikung, pilates, etc., enfocadas en ejercitar estos músculos y junto con la Terapia Shiatsu son muy recomendables para optimizar la ventilación pulmonar sobre todo en quienes necesitan rehabilitarla a causa de una enfermedad del tipo EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
Shiatsu para mejorar la respiración y combatir la tristeza y la apatía características del otoño
El Masaje Shiatsu es sin duda una herramienta terapéutica excelente para combatir la reconocida depresión estacional característica del otoño o la primavera por falta de vitalidad física y energía para hacer frente a los nuevos retos profesionales y responsabilidades familiares del año. Recibir Shiatsu con regularidad abre un espacio en el que podemos conectar con nuestra relación mente-cuerpo y abandonar las tensiones que se acumulan en nuestro cuerpo día a día para entregarnos en el aquí y en el ahora a la experiencia de nuestro Ser invitándonos a tomar la responsabilidad de conectar con nuestro cuerpo a través de la respiración. Las presiones suaves pero a la vez profundas de las manos de un Practicante de Shiatsu experimentado devolverán a nuestros músculos cansados y rígidos su flexibilidad y elasticidad natural para recuperar un ritmo de respiración adecuado que devuelva a nuestro organismo la energía necesaria para hacer frente a nuestros nuevos retos diarios.
A continuación vamos a dar unas pautas genéricas para aplicar un Protocolo de Masaje Shiatsu indicado para mejorar la capacidad respiratoria y aumentar en vitalidad física y mental.
Protocolo de masaje shiatsu para combatir la fatiga y apatía del otoño
Proponemos una secuencia en supino – decúbito lateral – prono – decúbito lateral – supino
Tiempo estimado: 40 minutos
SUPINO: Trabajaremos los puntos repartidos entre las cadenas musculares de la caja torácica además de los intercostales con presiones aplicadas con el pulgar practicando una presión de 2 segundos por punto en dispersión (presión rápida y superficial). Movilizaremos con presiones palmares y pulgar sobre pulgar los puntos de la unión del esternón con las costillas así como el punto «Shanzhong» correspondiente al 17 del canal «renmai» en el centro del esternón. Trabajaremos desde la unión esternoclavicular abriendo con las palmas de las manos la región delto-pectoral del receptor.
Aplicaremos presiones y realizaremos estiramientos sobre el meridiano de pulmón: recorriendo el deltoides la cara interna del supinador del pulgar hacia la puntita del dedo pulgar presionando los bordes ungueales del dedo pulgar sobre el final del recorrido tendinomuscular del meridiano de pulmón.
Podremos practicar además ejercicios de contrarresistencia con la respiración del receptor sobre el meridiano de pulmón siguiendo el movimiento de rotación hacia dentro del brazo y ejerciendo nosotros una progresiva contrarresitencia sobre los puntos 10IG y 4IG.
DECUBITO LATERAL: (sobre el lado izquierdo del receptor). Es importante trabajar profundamente las cadenas musculares del cuello para aportar mayor espacio y movimientos a los escalenos. Trabajaremos las líneas cervical anterior lateral y posterior del cuello.
Asímismo trabajaremos sobre las tres líneas de la región dorsal. Empezando por el primer tramo de puntos de la línea «jia Ji Huato» pegada a las apófisis de las vértebras dorsales desde D3 continuando por la línea de la Primera Rama del Canal de Vejiga y finalizando en el punto «BenShén» por debajo de la escápula punto de alarma de corazón y reflejo de la función respiratoria.
SUPINO: Trabajaremos los mismos puntos intercostales que trabajamos al principio pero ahora sobre el costado derecho del receptor.
PRONO: Estimulamos con presión y movimientos dinámicos el área diafragmática y lumbar.
SUPINO: Estiramos los brazos del receptor hacia atrás practicando un movimiento similar al del remo con el fin de abrir la caja torácica.
DECÚBITO LATERAL: (sobre el lado derecho del receptor). Procederemos del mismo modo sobre el costado derecho.
SUPINO: Colocaremos las manos del receptor sobre su pecho y practicaremos un ejercicio de contrarresistencia en el que el receptor intenta elevar lentamente los codos hacia arriba mientras nosotr@s le ejercemos una ligera contrarresistencia sobre sus codos. Conseguiremos de esta manera liberar las áreas en las que se ubican la región intercostal y braquial lateral correspondiente al movimiento metal pulmón e intestino grueso.
Situando nuestras manos por debajo de las clavículas acompañaremos 2 espiraciones del compañero empujando suavemente hacia abajo la caja torácica hasta que el compañero haya expulsado por completo todo el aire.
Los pulmones realizan dos funciones básicas: la de recoger a través del movimiento de inspiración y la de expulsar a través de la espiración el dióxido de carbono. De igual manera su víscera acoplada el Intestino Grueso se encarga de expulsar del cuerpo las toxinas por medio de las heces. Un trastorno de esta víscera ocasionará posiblemente flema que ascenderá en forma de mucosidad a los pulmones o bien una carga tóxica en sangre potencialmente peligrosa. Por eso a continuación trabajaremos el área de «hara» abarcando el trayecto del colon con la eminencia tenar de nuestra mano derecha mientras la izquierda se apoya sobre la espina ilíaca anterosuperior desde el ciego colon ascendente transverso y sigmoide.
Trabajaremos con la presión de la eminencia tenar de nuestra mano derecha los cuatro puntos de la región sigmoide.
A continuación trabajaremos los 8 puntos alrededor del ombligo descongestionando adecuadamente los nudos más «jitsu».
Practicaremos unos segundos el «amasamiento» sobre el vientre y vibración y finalizaremos equilibrando el Agua y el Metal con nuestros dedos índice y pulgar en la región interna de las cejas comienzo del nacimiento del Agua y con nuestra mano derecha sobre «hara» sintiendo los cambios en la respiración.
Finalizado el Protocolo es muy recomendable para estados que cursen con diarrea y frío en la cintura moxar el ombligo con una base de sal gorda o jengibre para aportar energía a toda la región del abdomen y las lumbares.
Lidia Fluxà
Directora de la Escuela Flow Shiatsu
www.flowshiatsu.es