El Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) y la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia han avalado el uso de plantas medicinales para tratar los síntomas leves de la menopausia, una práctica cada vez más extendida y que ha convencido al 30 % de los ginecólogos.
Ambas asociaciones de expertos presentaron la guía “Plantas medicinales para la menopausia”, una manual dirigido a médicos y farmacéuticos que analiza, además de la planta “reina”, la soja, las sustancias más beneficiosas desde el punto de vista científico para tratar los sofocos, irritabilidad, el insomnio, la osteoporosis, las enfermedades cardiovasculares o el sobrepeso.
El presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, Santiago Palacio, quiso dejar claro que las plantas no pueden desplazar a la terapia hormonal sustitutiva en el tratamiento de los síntomas moderados y severos de la menopausia. Según explicó, en una reunión reciente con los responsables de la Agencia Española del Medicamento para analizar los últimos estudios sobre esta terapia, quedó claro que su relación beneficio-riesgo es positiva en el tratamiento de esos síntomas durante un periodo de cinco años, aunque a largo plazo su uso debe ser “exquisitamente evaluado”.
En la sociedad actual cada vez más mujeres alcanzan la menopausia y se considera que el 80% padece sus síntomas, cerca de 3 millones de españolas. El éxito de las plantas medicinales se debe en gran parte a su seguridad, pero también a la evidencia científica sobre sus beneficios: los fitoestrógenos pueden eliminar los sofocos en un 50 % de los casos leves o mejorar en un 10 % los problemas de colesterol.
La presidenta de INFITO, Concha Navarro, destacó la necesidad de llegar a acuerdos sobre los extractos, las dosis y los requisitos de calidad que debería cumplir cada preparado para garantizar su eficacia y su seguridad, puntos que en la actualidad no están suficientemente controlados y que han provocado la proliferación de productos en el mercado. La incidencia de los síntomas del climaterio en la mujer varía entre el 70 y el 80 % en los países occidentales y el 14 y el 18 % en el extremo Oriente, diferencia que se asocia en parte a las variaciones dietéticas de ambas poblaciones y al consumo de alimentos ricos en soja en los países asiáticos. Junto a la soja, la vicepresidenta de INFITO, Teresa Ortega, destacó los beneficios de otras plantas, como la cimicífuga ramecosa para reducir los sofocos o la amapola de California, la tila y la valeriana para la ansiedad y el insomnio.
Para la depresión leve o moderada, los expertos recomiendan hipérico; para prevenir alteraciones cardiovasculares, gugulón o vid roja; para los dolores osteomusculares, harpagofito; para el sobrepeso, té verde y alcachofa; y para el envejecimiento de la piel, aceite de onagra, utilizado habitualmente para el síndrome premenstrual.
La aceptación médica de estas plantas se refleja en las cifras: la venta de fármacos basados en isoflavonas de soja ha aumentado un 29 por ciento en un año, hasta alcanzar las 1,7 millones de unidades en 2003; de onagra se vendieron el año pasado 229.000 unidades, con un aumento del 31 por ciento.