Según el Ayurveda cada individuo es un fenómeno único de sabiduría cósmica, manifestándose a través de los cinco elementos base: éter, aire, fuego, agua y tierra.
Ayurveda tiene ocho ramas o especialidades: medicina interna, pediatría, psicoterapia, otorrinolaringología, cirugía, toxicología, rejuvenecimiento y sexología. La medicina interna tiende básicamente dos ramas: shamana (alivio) y shodana (eliminación). En la primera modalidad de tratamientos los doshas en exceso son tratados y normalizados en el propio cuerpo mediante distintos procedimientos, mientras que en el shodana se recurre a distintos métodos con objeto de eliminar fuera del cuerpo los doshas corruptos.
Shodana chikitsa o panchakarma se vale de cinco técnicas:
- Vamana o vómito inducido.
- Virechana o purgación.
- Basti o aplicación de enemas.
- Nasya o administración de medicamentos a través del conducto nasal.
- Raktamoksha como método de sangría.
Introducción al Panchakarma
Ayurveda subraya las terapias preventivas a través de varios métodos de purificación y rejuvenecimiento. Ayurveda es algo más que un simple medio de curación; es una ciencia y un arte del buen vivir, que ayuda a mantener el bienestar a lo largo del tiempo. Puede ayudar al individuo a hacer las elecciones apropiadas en todo lo relacionado con la dieta, el estilo de vida y el ejercicio físico necesarios para mantener el equilibrio mental, físico y la conciencia, previniendo las enfermedades y manteniendo el cuerpo en estado de salud.
Según Ayurveda cada individuo es un fenómeno único de sabiduría cósmica, manifestándose a través de los cinco elementos base: éter, aire, fuego, agua y tierra. Vata: una combinación de éter y aire, pitta: combinación de agua y fuego y kapha: combinación de tierra y agua, constituyen los doshas. Son los tres humores, o los tres tipos de organización base para la constitución del cuerpo el que al mismo tiempo se derivan de la sabiduría del ser.
Cada constitución individual o temperamento psicosomático viene determinado por la proporción en la que intervienen cada uno de estos tres humores en el momento de la concepción. Por tanto, es el momento de la formación del embrión cuando queda definida la constitución individual. Según Ayurveda, existen siete constituciones base, definidas por el predominio de uno o más doshas. Estas son: vata, pitta, kapha, vata-pitta, pitta-kapha, kapha-Vata, vata-pitta-kapha (más raro). Cada constitución individual posee un equilibrio vata, pitta, kapha según su propia naturaleza. Cuando este equilibrio se vea alterado por distintas interferencias, se producen alteraciones. El equilibrio, el orden y la salud se ven sustituidos por la alteración, el desorden y la enfermedad. En el interior del organismo existe una constante interacción entre orden y desorden, y es necesario conocer la naturaleza y la estructura del desorden para lograr encontrar la forma de restablecer el orden. Según Ayurveda, el orden se aloja en el interior del desorden.
El equilibrio coincide con el estado de salud. Tal estado subsiste cuando el fuego digestivo (agni) está en condición de equilibrio, cuando los tres humores corpóreos (vata, pitta y kapha) están equilibrados, los tres productos de desecho (sudor, orina y heces) se producen y se eliminan de forma regular, los siete tejidos corporales (rasa, rakta, mansa, meda, asthi, majja y shukra) cumplen con sus funciones de un modo normal, y mente, los sentidos y la conciencia trabajan conjuntamente de una forma armoniosa. Cuando el equilibrio interno de estos sistemas se altera, sobreviene el proceso de enfermedad (desorden).
El ambiente interno del cuerpo está gobernado por la acción conjunta de vata, pitta y kapha, que reaccionan constantemente a los estímulos que vienen desde el exterior. Una dieta incorrecta, malas costumbres y hábitos de vida, combinaciones alimentarias incompatibles (yogur y carne, leche y pescado, miel cocinada), cambio de estaciones, emotividad reprimida y estrés pueden actuar individual o conjuntamente y alterar el equilibrio de vata, pitta y kapha. Según la naturaleza de la causa que actúa desde el exterior, el dosha puede experimentar una alteración o mutación que afecte a agni (fuego digestivo) determinante en la formación de toxinas (ama). Éste ama penetra en el flujo sanguíneo extendiéndose por todo el cuerpo ocluyendo los canales corporales. La retención de las citadas toxinas en la sangre provoca intoxicación. Éste acumuló de toxicidad una vez instaurado, lentamente mellará prana (energía vital), tejas (energía metabólica celular) y ojas (fortaleza inmunitaria), determinando el inicio de la enfermedad. Ama es la causa interna en la cual tienen origen la mayoría de las enfermedades, y es debida a la alteración de los doshas.
Es ésta la llave de la prevención de la enfermedad: ayudar al cuerpo a la eliminación de las toxinas. Para retener la producción de ama, Ayurveda aconseja seguir una dieta adecuada, un justo régimen de vida, ejercicio físico y purificación mediante prácticas como el panchakarma, constituido por una serie de técnicas que, de forma genérica reciben el nombre de shodana, que se distinguen de otros tratamientos más blandos llamados shamana.
Purvakarma: medidas prepurificadoras
Antes de iniciar el proceso de purificación propiamente dicho, es necesario preparar el cuerpo para que la limpieza de las toxinas sea verdaderamente eficaz. A tal fin se practican snehana y swedana. La primera consiste en masaje con aceite que se aplica sobre todo el cuerpo según una técnica particular que estimula el movimiento de las toxinas y de los doshas corruptos hacia el tracto digestivo. El masaje con aceite hace que los tejidos corporales se vuelvan blandos y elásticos, permitiendo reducir la tensión y vigorizar el sistema nervioso. Swedana es una técnica que favorece la transpiración, y que debe ser practicada después del snehana. Favorece el movimiento de las toxinas hacia el tracto gastrointestinal y su posterior eliminación. En este momento del proceso, los doshas están «maduros», y procede iniciar la práctica del panchakarma, cuya modalidad varía en función de la constitución individual (prakruti) o del estado de desequilibrio (vikruti).
Los cinco shodana o métodos de purificación
Los cinco métodos de purificación practicados durante el Panchakarma son: vamana (emesis o vómito terapéutico), virechana (purga), basti (enemas), nasya (eliminación de toxinas por vía nasal) y raktamoksha (purificación de la sangre).
Vamana (emesis o vómito terapéutico)
Cuando se produce congestión de los pulmones, con repetidos ataques de bronquitis, resfriados, tos o asma, el tratamiento apropiado es el vómito terapéutico, que permite eliminar el kapha responsable del exceso de moco. Esta práctica provoca también la liberación de las emociones reprimidas que permanecen retenidas en los pulmones y en el estómago junto con el exceso de dosha. Cuando el moco se elimina, el sujeto experimenta una inmediata sensación de alivio. Es probable que la congestión, el asma, la sensación de asfixia desaparezcan, y que la zona sea liberada de las oclusiones. El vómito terapéutico también está indicado en casos de asma crónica, diabetes, resfriados crónicos, alergias, congestión linfática, indigestión crónica y edemas.
Después de haber practicado el vamana es bueno reposar, permanecer en ayuno, procurar no reprimir los estímulos naturales (micción, defecación, eliminación de gases, tos y estornudos). Si la técnica se ha conducido de la forma apropiada, la persona debe experimentar sensación de relajación a nivel de los pulmones, respirará libremente, sentirá ligereza en el pecho, claridad en el pensamiento, un buen apetito, mientras que los síntomas de congestión habrán desaparecido.
Virechana (práctica purgativa)
El caso de exceso de bilis, pitta, la secreción se acumulará a nivel de vesícula, hígado e intestino delgado, provocando la irritación e inflamación cutánea, acné, ataques crónicos de fiebre, vómito biliar, náusea e ictericia. En estas condiciones, Ayurveda recomienda un laxante con finalidad terapéutica.
La purga ayuda a eliminar el exceso de pitta que es el causante de la producción de secreciones biliares. Después de este tratamiento la persona debe abstenerse de ingerir comida susceptible de alterar el dosha dominante o romper el equilibrio de la tridosha.
Basti (enemas)
Vata predomina a nivel del colon. La práctica ayurvédica del basti consiste en la introducción en el canal rectal de una decocción de hierbas con aceite de sésamo, vehiculados con un líquido (agua). Basti es el remedio más eficaz para equilibrar vata: libera del estreñimiento y de la hinchazón abdominal, es eficaz en casos de fiebre, resfriados, disfunciones sexuales, cálculos renales, problemas cardíacos, dolor de espalda, ciática y otros problemas en las articulaciones. Muchas otras alteraciones vata como la artritis, reumatismo, gota, calambres y migrañas puedan ser tratadas con basti.
Vata es el principal factor en la manifestación de la patogénesis. Si tenemos éxito en controlarlo a través del recurso del basti, nos estaremos dirigiendo a la raíz de la mayor parte de las causas de enfermedad. Vata se ocupa de los procesos de eliminación y retención de heces, orina, bilis y otras secreciones. Predomina en el intestino grueso, aunque también en el tejido óseo (asthi dhatu), por lo que el basti también tendrá efectos sobre dicho tejido. La membrana mucosa del colon está en conexión con el periostio o revestimiento óseo externo, que se ocupa de garantizar la nutrición. Por tanto, cualquier sustancia administrada a través de basti penetra en profundidad en los tejidos, incluido el tejido óseo, corrigiendo los trastornos provocados por vata.
Nasya (eliminación de los doshas por vía nasal)
La nariz es la puerta del cerebro y del conocimiento. El suministro de medicamentos a través de la vía nasal recibe el nombre de Nasya. Un exceso de humores corpóreos acumulados a nivel de los senos nasales, de la garganta o de la cabeza debe ser eliminado a través del canal más próximo: la nariz. El prana, la energía vital, entra en el cuerpo en forma de energía nerviosa a través de la respiración, y por tanto a través de la nariz.
Prana reside en el cerebelo y mantiene activas las funciones motoras y sensoriales, gobierna a la actividad mental, la memoria, la concentración y la vivacidad intelectual. Una alteración de prana provoca un mal funcionamiento de toda esta actividad, y es la causa de la migraña, convulsiones, pérdida de memoria y reducción de la percepción sensorial. La administración nasal, nasya, está indicada en el caso de alteraciones del prana, congestión de los senos nasales, migrañas, convulsiones y, en algunos casos, también para desarreglos visuales o auditivos.
También, la respiración puede ser mejorada masajeando con el meñique la cavidad nasal después de haber administrado el ghee. Las paredes internas de la nariz deben ser masajeadas lentamente, haciendo presión y lo más profundo posible, por lo que es aconsejable tener las uñas bien cortadas para evitar dañar la mucosa nasal. El masaje debe seguir un movimiento en sentido de las agujas del reloj, y después de sentido contrario. Esta práctica también es útil para desbloquear los procesos emotivos, y mejorar la percepción visual.
Raktamoksha (purificación de la sangre)
Las toxinas presentes en el aparato digestivo llegan a ser absorbidas por la sangre y, a través del sistema circulatorio, se expanden por todo el cuerpo. Esta condición recibe el nombre de intoxicación, y es una causa principal de infecciones recurrentes, hipertensión, algunos problemas de tipo circulatorio, y causa repetida de alteraciones a nivel de la piel como urticarias, erupciones, herpes, eczemas, acné, sarna, leucoderma, prurito, pinchazos. En tales condiciones es necesaria una purificación de la sangre para eliminar así las toxinas. Raktamoksha está indicado también en el caso de agrandamiento del hígado (hepatomegalia), del bazo (esplenomegalia) o gota.
Cuando se da un exceso de pitta provocado por la desintegración de glóbulos rojos en el hígado (pitta y la sangre están en una relación directa), dicho exceso puede trasladarse a la sangre provocando intoxicación y muchos otros trastornos. La extracción de una pequeña cantidad de sangre venosa alivia la tensión provocada por pitta en la sangre. La hemorragia estimula además el bazo y la producción de sustancias antitoxinas, que actúan estimulando el sistema inmunitario y neutralizando las toxinas.
Algunas sustancias como la sal, el azúcar, el alcohol, la comida ácida y la fermentada, actúan como tóxicos para la sangre, por lo que en caso de trastornos emáticos, debe ser evitados.
Estilo de vida y dieta: las llaves del bienestar
Durante cada una de las fases del panchakarma, Ayurveda recomienda seguir un régimen apropiado de vida y algunas directivas en el terreno dietético.
Durante el tratamiento se aconseja reposar frecuentemente y evitar una actividad física intensa, abstenerse de la práctica sexual, acostarse pronto, evitar oír música a volumen alto o mirar la televisión, evitando cualquier experiencia que estimule los sentidos. Se aconseja permanecer vestido como forma de mantener el calor corporal, y mantenerse resguardado de las corrientes de aire, también concentrarse en los propios pensamientos, las propias sensaciones durante el transcurso de las distintas prácticas de purificación.
Está aconsejada a una dieta a base de kitchari (mezcla de arroz y lenteja) y ghee, así como una reducción al mínimo de las comidas y bebidas frías, queso, cafeína, azúcar, evitando el uso de drogas, tabaco y alcohol. Todas estas sustancias se deben ser evitadas incluso en los días posteriores a la finalización del panchakarma. El motivo de estas restricciones está en que durante las purificaciones, el fuego digestivo no debe ser estimulado. Por otro lado, en el momento que los doshas se acumulan en el tracto gastrointestinal, se produce un debilitamiento de dichos enzimas digestivos.
El kitchari aporta una nutrición adecuada, se digiere con facilidad, sustenta todos los tejidos del cuerpo, es excelente para las células y ayuda en el proceso de desintoxicación y purificación. El arroz basmati y las lentejas (dal) son dulces y refrescantes y tienen el efecto de equilibrar la tridosha.
El panchakarma es una práctica que produce resultados extraordinarios, pero que requiere de la dirección de un especialista muy bien preparado en el campo del Ayurveda. La práctica del panchakarma debe ser regulada de acuerdo con la singular constitución física y psíquica de cada persona, por lo que el terapeuta debe proceder de forma preventiva a una observación exhaustiva del sujeto.