Los beneficios de los oligoelementos en embarazo, lactancia y pediatría

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Oligoelementos en embarazo, lactancia y pediatría – La oligoterapia es la aplicación de oligoelementos, siendo éstos minerales presentes en el organismo humano en cantidades sumamente reducidas, pero no por ello menos importantes, ya que intervienen en numerosas reacciones enzimáticas.

Convertirse en madre es, para la mayoría de las mujeres, una de las mejores y más importantes circunstancias por las que puedan atravesar, ya que se trata de una experiencia única en la que se crea una nueva vida.

No puede considerarse este estado de espera como una enfermedad, a pesar de que, en un elevado número de ocasiones, las mujeres experimentan algún que otro malestar que les merma el disfrute natural de este período.

Y, como todos sabemos, durante el embarazo (y también en la lactancia), no debe tomarse ningún medicamento por las consecuencias que, sobre el feto que se está gestando, puedan tener, siendo éstas totalmente indeseables.

Es por esto que la oligoterapia se convierte en una herramienta sumamente útil, tanto durante el embarazo, como también en la lactancia y aplicados a los niños y niñas, ya que está exenta de efectos secundarios y sus beneficios se obtienen con una considerable rapidez.

Como pequeño repaso y aclaración, definiré la oligoterapia como la aplicación de oligoelementos, siendo éstos minerales presentes en el organismo humano en cantidades sumamente reducidas (menos de 1 mg por kg de peso), pero no por ello menos importantes, ya que intervienen en numerosas reacciones enzimáticas. Su carencia genera determinados trastornos, estando indicados en casos de: fatiga, alergias, resfriados, retención de líquidos, insomnio, ardor o pirosis, etc.

El no contener efectos secundarios, convierte a la oligoterapia en una terapia ideal de elección para aplicar tanto en niños, como en mujeres embarazadas y también en aquellas que están amamantando, aunque es una opción válida y eficaz para toda la población en general.

La importancia de la aplicación de los oligoelementos radica en que actúan sobre el terreno del paciente, entendiendo éste como la predisposición a enfermar, la cual es particular y única en cada persona, y está determinada por su herencia genética, profesión, zona geográfica de residencia, etc.

Esta regulación del terreno favorece el control sobre la tendencia natural y particular de la persona a la enfermedad, así como también sobre la cronicidad y reincidencia de la misma.

Los oligoelementos actúan a nivel catalítico; es decir, su absorción se realiza a nivel intracelular y «catalizan» las diferentes enzimas, impulsándolas a realizar la función que les corresponde y, por tanto, restableciendo la salud del paciente. Su efecto, dependiendo del trastorno, puede ser relativamente inmediato, especialmente cuando se trata de afecciones agudas y, en los casos cronificados, los beneficios perduran una vez finalizado el tratamiento, aunque habría que aplicar el tratamiento periódicamente.

La forma de presentación es en ampolla de cristal de 2 mililitros e, independientemente de la edad del paciente, ha de ingerirse todo el contenido de la ampolla. Lo que difiere en los tratamientos en cuanto a la edad, es el número de ampollas ingeridas y la frecuencia de las tomas. Esto es lo que convierte a la oligoterapia en una terapia cualitativa en lugar de cuantitativa.

En cuanto a las interacciones, tan sólo tener en cuenta que el efecto de los oligoelementos queda parcial o totalmente anulado por la toma de corticoides y benzodiacepinas o antidepresivos. En este caso, tendríamos que elegir otra terapia o tomar el oligoelemento aislado de la toma de dicha medicación.

Es una terapia de uso tanto de forma exclusiva como de complemento de otras terapias y/o medicamentos.

La aplicación puede realizarse tanto de forma oral como local, siendo muy eficaz en caso de afecciones e irritaciones de la piel.

Cuando se toman a través de la vía oral, ha de mantenerse el líquido contenido en la ampolla bajo la lengua durante dos minutos para que pase, a través de las venas reninas, a la célula y, desde ahí, se dirija a la enzima correspondiente.

En el caso de los bebés, también puede aplicarse por vía oral, aunque la forma difiere de los niños y niñas que ya tienen varios años o, incluso, de las personas adultas. Así, el líquido se verterá en una jeringuilla con la que se impregnará la mucosa oral durante un minuto. Es indiferente que el bebé, posteriormente, trague o escupa dicho líquido ya que, como he explicado, la absorción de los oligoelementos no se realiza a través del tracto digestivo. Es más, su toma ha de realizarse alejada de la ingesta de alimentos al menos diez o quince minutos pues, en caso contrario, se mezclará con el bolo alimenticio y pasará a través del aparato digestivo, produciéndose una mínima absorción y, por tanto, obteniéndose un mínimo efecto.

Los oligoelementos que podemos encontrar actualmente, y que pueden adquirirse en herbolarios, farmacias y parafarmacias, son los siguientes: manganeso, manganeso-cobre, zinc-cobre, zinc, cobre, fósforo, flúor, magnesio, potasio, azufre, cromo, yodo y selenio.

Como puede observarse, hay minerales que aparecen aislados (por ejemplo, el manganeso) y unidos a otros (manganeso-cobre) y, esto es así porque hay enzimas que los necesitarán aislados y otras que necesitarán la mezcla. En ningún caso tomar, por ejemplo, una ampolla de manganeso y otra de cobre, cumplirá la función de aquella que contiene manganeso-cobre.

A continuación, realizaré un pequeño repaso a los oligoelementos mencionados, relacionándolos con algunos de los trastornos más frecuentes durante el embarazo, el período de lactancia y la infancia:

Manganeso: indicado en aquellas personas cuya reacción frente a los diferentes estímulos es exagerada o excesiva. Útil en casos de hipertensión, alergias, hipertiroidismo, etc.

Manganeso-Cobre: oligoelemento de elección cuando los trastornos se repiten o están cronificados, así como en aquellas personas cuya reacción a los estímulos es insuficiente. Por tanto, estaría indicado en casos de hipotensión, fragilidad respiratoria, hipotiroidismo, etc. Igualmente, su uso de forma local resulta altamente eficaz en casos de grietas de lactancia, grietas en los talones, irritaciones del pañal, etc.

Zinc-cobre: regulador del eje hipófisogonadal y, por tanto, de todos los trastornos hormonales. Así, está indicado en: infertilidad, bajada de la leche, trastornos del crecimiento, etc.

Zinc: oligoelemento de elección para los trastornos superficiales de la piel (eccemas, psoriasis, etc.).

Cobre: es el antiinfeccioso de la oligoterapia. Sumamente eficaz en la fase aguda de los estados virales e infecciosos como la gripe o la otitis, y también en casos de anemia y falta de energía.

Fósforo: tiene una función antiespasmódica, estando indicado en casos de tos, broncoespasmos, calambres, etc.

Flúor: indicado en aquellos casos en los que existe una fragilidad en dientes, huesos y tendones (esguinces, torceduras), así como también, de forma tópica, en celulitis localizada.

Magnesio: tiene un efecto relajante sobre el sistema nervioso, estando indicado en casos de nerviosismo, ansiedad, insomnio, calambres y regulador del tránsito intestinal.

Potasio: ayuda a eliminar el líquido retenido, resultando indicado también en casos de celulitis.

Azufre: posee un efecto sobre las mucosas y el aparato digestivo, siendo beneficioso en casos de congestión nasal por exceso de mucosidad, en ardores y acidez estomacal, y en náuseas; también en urticarias y problemas profundos de piel.

Cromo: su actuación sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, le hace especialmente útil como apoyo en los regímenes de adelgazamiento, ya que actúa como saciante y ayuda en la pérdida de peso. Además, ayuda a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos.

Yodo: regula la hormona tiroidea, estando indicado en casos de hipotiroidismo.

Selenio: poderoso antioxidante, indicado como coadyuvante en todo tratamiento y terapia cuya acción implique la eliminación de radicales libres y la potenciación del sistema inmunológico (envejecimiento prematuro, infertilidad, tumores, etc.).

Para verificar la eficacia de toda terapia, lo mejor es probarla, por lo que yo, desde aquí, os animo a hacerlo y a comprobar los beneficios que la oligoterapia os puede reportar.

Susana Díaz Paniagua
Especialista en Terapias Naturales
misterapiasnaturalesdesalud.blogspot.com