Cómo cuidar la salud cardiovascular

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Tres de cada diez españoles sufren hipertensión arterial y seis de cada diez padece hipercolesterolemia, según la Sociedad Española de Hipertensión. Se trata de las enfermedades cardiovasculares más frecuentes.

Por eso, ahora que se acerca la Navidad, una época tan propensa a los excesos en cuanto a la alimentación, es más importante que nunca no descuidar la salud cardiovascular.

Con la llegada de la Navidad arranca una época de excesos en cuanto a la alimentación, propiciada por las continuas celebraciones en forma de comidas y cenas. Por tanto, en este momento del año debemos prestar especial atención a nuestra dieta y hábitos alimenticios, con el fin de no descuidar la salud cardiovascular.

Las enfermedades cardiovasculares engloban distintas patologías que afectan al corazón y otros órganos como el cerebro o el riñón. Las más frecuentes España son la hipertensión (tensión alta) y la hipercolesterolemia (colesterol muy alto), que suponen la principal causa de muerte, por delante del cáncer.

Según la Sociedad Española de Hipertensión, tres de cada diez españoles sufren hipertensión arterial y entre el 50% y el 69% padece hipercolesterolemia. Además, se trata de un problema que solo en uno de cada cuatro casos está controlado adecuadamente.

Eduardo González Zorzano, asesor médico de Cinfa, confirma que “en los últimos años, la incidencia de las enfermedades cardiovasculares en nuestro país ha aumentado, al mismo tiempo que disminuye la edad de inicio”. De hecho, desde hace algunos años se ha observado que el colesterol afecta cada vez más a niños y adolescentes, hasta el punto de que España es el país europeo con mayor porcentaje de niños obesos: un 16% de los menores de entre 6 y 12 años, según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

El experto de Cinfa explica que “desde el punto de vista nutricional, en las últimas décadas se ha producido un cambio en los patrones alimenticios de la sociedad: hoy en día, consumimos más grasas saturadas, y menos frutas, verduras, legumbres y pescados. Algo que, unido a un estilo de vida más sedentario y con menos práctica de ejercicio físico, ha tenido una repercusión negativa sobre nuestra salud cardiovascular”. Aunque en el día a día podemos no percibir sus efectos “a largo plazo puede generar problemas graves, ya que estas patologías son crónicas y una vez que se manifiestan requieren tratamiento farmacológico”, añade González Zorzano.

Si bien uno de los factores que influye en el desarrollo de problemas cardiovasculares es la herencia genética, que no puede controlarse, el resto de las causas más frecuentes de estas patologías pueden prevenirse. “Unos hábitos de vida saludables y una dieta equilibrada son claves a la hora de evitar en gran parte estos problemas, ya que los principales factores de riesgo que nos predisponen a ellos son el tabaco, la diabetes, la obesidad, la falta de ejercicio físico regular y el estrés”, finaliza el asesor del laboratorio.

De este modo, recomiendan seguir estos 10 consejos para prevenir problemas cardiovasculares:

1. Controlar el peso. El peso es uno de los factores de riesgo que predisponen a sufrir problemas cardiovasculares, por lo que, mantener un peso adecuado y acorde a cada persona es beneficioso para equilibrar los niveles de tensión.

2. Hacer ejercicio de forma regular. Hay que evitar el sedentarismo, por ejemplo, caminando entre media hora y una hora diaria o practicando otro tipo de actividades aeróbicas, como el baile, la natación, el ciclismo…

3. Cocinar de forma saludable. Es preferible cocinar los alimentos al vapor, al horno o a la plancha, y evitar las frituras y las salsas. Así mismo, se recomienda recurrir al aceite de oliva por sus propiedades cardiosaludables y evitar en lo posible la mantequilla y la margarina.

4. Reducir al mínimo la ingesta de grasas animales. Mejor consumir carnes blancas, pollo sin piel y pescados azules. Planificar una alimentación rica en verduras, legumbres, fruta y fibra.

5. Disminuir la cantidad de sal en las comidas. La sal incrementa la tensión, por lo que no hay que abusar de ella. Podemos sustituirla por apio o hierbas aromáticas, para no restar sabor a nuestras comidas.

6. Huir del tabaco. Hay que evitar fumar, así como ser fumador pasivo.

7. Moderar el consumo de café y alcohol. Más de dos o tres tazas de café diarias o más de dos o tres vasos de vino al día en el caso de los hombres y uno y medio para las mujeres no son recomendables.

8. Realizar mediciones periódicas de tensión y colesterol. Sobre todo, por parte de aquellas personas con antecedentes familiares de estas patologías y en varones mayores de 45 años y mujeres que superen los 55.

9. Consultar al farmacéutico la posibilidad de recurrir a complementos nutricionales. En ocasiones, la dieta no nos provee de la cantidad de nutrientes necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. En estos casos, puede ser recomendable complementarla con soluciones nutricionales que nos garanticen un aporte extra.

10. Seguir rigurosamente el tratamiento establecido por el médico. En aquellos casos en los que se diagnostique una enfermedad o riesgo cardiaco, nuestro médico establecerá el tratamiento a seguir.

Fuente: Cinfa