El abuso de medicamentos origina migrañas crónicas

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El abuso de los medicamentos es una de las causas más frecuentes por las que las migrañas se hacen crónicas, lo que sucede a casi un 50% de los afectados, que tienen crisis repetidas que pueden llegar a impedir el desarrollo de una vida normal.

El responsable del Neurología del Hospital Clínico de Valencia y vicepresidente de la Federación Europea de Cefaleas, Miguel Láinez, dice que no es raro el caso de pacientes que toman diariamente entre 15 y 20 comprimidos de analgésicos.  Esto provoca un efecto rebote en las crisis y son muchas las personas que sin ser conscientes han desarrollado una migraña crónica a base de automedicarse de forma indiscriminada.

migranasLa media de consumo entre quienes son migrañosos está en 3,5 fármacos diarios y se calcula que un 1% de la población española tiene estas cefaleas por el abuso de estas medicinas para paliar el dolor.  Los dolores de cabeza son un problema habitual y todo el mundo los ha sufrido en alguna ocasión, pero las migrañas son un asunto distinto, provocan un dolor específico recurrente, crónico y en la mayoría de los casos determinado por herencia genética.  Se trata de una verdadera enfermedad y su prevalencia alcanza al 12% de la población, con una incidencia tres veces más frecuente entre las mujeres que en los hombres.

Hay veces que no se le da la importancia que tienen y el afectado se trata por su cuenta sin consultar al médico y sin saber que puede estar contribuyendo a agravar su enfermedad.  Los médicos insisten en que hay que ir al facultativo cuando se tienen estos dolores de cabeza fuertes y recurrentes, denominados migrañas, que los afectados describen que sienten pulsaciones y como si tuvieran el latido del corazón en su cabeza.

Estos fuertes latidos en la sien van acompañadas de molestias hacia la luz y el sonido, de náuseas y hasta vómitos, una sensación que se puede prolongar durante cerca de media hora y luego el dolor de cabeza suele mantenerse entre 4 y 72 horas.

La directora del Programa de Cefaleas del Hospital Rúber Internacional, Margarita Sánchez, afirma que algunos pacientes intentan a pesar de sufrir estas crisis seguir su vida diaria y sufren en sus puestos de trabajo a base de pastillas, sin darse cuenta de que en muchas ocasiones se puede incluso ver mermada su capacidad intelectual.  Otras personas reaccionan a la inversa y ante el temor de tener una crisis migrañosa evitan cualquier actividad que pueda desencadenarla y temen hacer una vida normal, salir de viaje, ir al cine o reunirse con los amigos.

Aunque hasta hace unos años persistía la idea de que la migraña no tenía curación y que quienes la sufrían tenían que aguantarse, en los últimos años se ha producido un cambio de mentalidad en los pacientes y en los médicos, que han comprendido que la migraña no es sólo un síntoma sino una enfermedad que hay que tratar.  A ello ha contribuido la mejora del conocimiento de los mecanismos cerebrales que desencadenan las migrañas y los tratamientos más específicos para tratar estas crisis.

Existen también ahora tratamientos para la prevención, que se aconsejan en los pacientes que sufren al menos un episodio a la semanal y para los que los fármacos no resuelven con efectividad el dolor.  Los cambios de humor y la avidez por los dulces son algunos de los síntomas premonitorios de una crisis, que surgen muy a menudo por cambios en el patrón del rimo del sueño y por estrés.

El deseo de bebidas azucaradas, chocolates o caramelos, que algunas personas consideran que son desencadenantes de las crisis, pueden ser, según los especialistas, un aviso de que va a empezar el dolor.  Los médicos opinan por que ese ansía por el azúcar puede ser un mecanismo regulador del organismo, ya que se eleva el umbral del dolor y dicen que prueba de ello es que las embarazadas, a quienes les sube de forma natural la glucosa, no suelen tener estas crisis y que la respuesta es quizás que sólo con un poco de dulce se puede conseguir el control de la migraña.