La técnica de la acupuntura atrae a China cada vez más a profesionales extranjeros «que desean aprender a eliminar el dolor y abrir las vías de la energía», dijo a Efe Liu Yun, vicepresidenta de la Federación Mundial de Sociedades de Acupuntura-Moxibustión. Liu reconoce las dificultades de explicar una práctica milenaria cuyo objetivo es desbloquear canales «para que la energía fluya y evite que un órgano enferme». «Ahora manejamos la temperatura hasta los 42-43 grados, e incluso prolongamos el calor, muy importante para quemar tumores», señaló.
Por su parte, la chilena María Ignacia León, médico de profesión, se decidió a estudiar esta «técnica complementaria al ver que muchas enfermedades no pueden ser sanadas con nuestra medicina». Junto a ella viajaron a Pekín los cinco mejores alumnos de un curso premiados para llevar nuevas técnicas de la especialidad a Chile, donde avanzan las medicinas complementarias para ayudar a personas que no encuentran soluciones. Tras una clase de Liu sobre acupuntura oftálmica, el fisioterapeuta Patricio Tapia destacó que «no duele cuando lo hacen manos expertas, solamente queda una sensación de adormecimiento».
La acupuntura es una de las ramas de la medicina tradicional china (MTC), junto al masaje, hierbas y moxibustión, tai qi o qi gong, la gimnasia de la energía, que con fuente en el taoismo, considera que el universo nació por el principio dinámico de dos fuerzas complementarias y opuestas, el yin (femenino) como la Tierra y el yang (masculino) como el Sol.
Una propuesta de 14 gobiernos locales pidió también el impulso de la MTC como estrategia de mercado y gestión conjunta hacia el exterior. Hasta 2015, China impulsará el establecimiento de empresas de MTC con socios locales en la Unión Europea, América, Oriente Medio y el Sureste Asiático.