“El sonido que refleja la salud de mi cuerpo”
En los pulsos chon, kwan, cheok se refleja todo el cuerpo, aquí se identifica la circulación de la energía, la sangre y el estado de los cinco órganos y las seis vísceras.
Los términos coreanos Chon, Kwan, Chok, (en chino, Cun, Guan, Chi), se refieren a tres posiciones dónde se palpa el pulso en la arteria radial de la muñeca y dónde el acupuntor o médico oriental experto puede “sentir” o “escuchar” el estado de los órganos internos principales que mantienen la vida.
- En la posición Chon podemos saber el estado del Pulmón e Intestino Grueso en la mano derecha y el del Corazón y el Intestino Delgado en la izquierda.
- A su vez, en la posición Kwan derecha podemos conocer cómo está el Bazo-Estómago y en la izquierda, el Hígado y Vesícula Biliar.
- En la posición más proximal, o Chok, tenemos al Pericardio en la derecha y al Riñón y Vejiga en la izquierda.
El método más profundo, eficaz, pero también misterioso de la Medicina Oriental es el diagnóstico del estado de salud del cliente a través de la escucha del pulso.
Cuando el médico acupuntor o el experto en medicina herbal de la tradición oriental, palpan el pulso del paciente, están buscando los desequilibrios en la energía de los diversos órganos vitales.
No se trata solo, como en la medicina occidental, de medir el ritmo y variaciones del latido cardíaco y sus posibles anormalidades.
El diagnóstico correcto a través del Pulso es esencial en la Medicina Oriental, y completa el examen del paciente junto al interrogatorio y observación de éste.
En otras palabras, en la Acupuntura, no se trata solo de síntomas y signos, sino también de discernir qué ha causado esos procesos patológicos. ¿En qué órgano o víscera se ha originado el problema que está causando manifestaciones de enfermedad?
Es precisamente en los Pulsos, donde se encuentra la respuesta. Los Pulsos, a través de la sangre, transportan información del estado de los diferentes sistemas, además proporcionan información de los procesos que ocurren en el interior del cuerpo.
El método de la Pulsología o de diagnóstico a través del Pulso, es un arte. Un arte tan profundo que requiere de muchísimas horas de experiencia y que distingue al Acupuntor mediocre del Acupuntor excelente.
En otras palabras, el buen terapeuta de Medicina Oriental, puede sentir desde aspectos generales –debilidad o fortaleza, armonía y estado de salud–, hasta aspectos más específicos –qué órganos o vísceras están en desequilibrio, que órganos están “vacíos” o débiles en su funcionamiento o qué órganos están en “plenitud” o están demasiado hiperactivos debido a un estado patógeno.
Como hemos dicho anteriormente, un buen dominio de la Pulsología distingue al buen médico de la tradición Oriental, se dice que se tiene que haber tomado decenas de miles de pulsos para ser bueno es éste arte. Aunque hay mucho de cierto en esta afirmación, lo cierto es que se puede aprender de un buen maestro a “escuchar” y “reconocer” el Pulso, y por consiguiente, los desequilibrios energéticos que están causando cualquier manifestación patológica que presente un paciente.
Muchas personas tratan el diagnóstico a través de pulso como demasiado subjetivo, o sea, demasiado dependiente de la inferencia del que lo toma…, prefiriendo otras pautas de diagnóstico más fácilmente perceptible, y según esta opinión, más imparciales –por ejemplo, utilizar clasificaciones de síndromes según signos, o tets y pruebas médicas. Desde luego, que no se puede negar que tanto los síntomas y signos, como el apoyo de las técnicas de diagnóstico modernas tienen un gran valor a la hora de ayudarnos en el diagnóstico. Pero son métodos occidentales, que no son de una ayuda decisiva a la hora de establecer un diagnóstico oriental que tenga en cuenta el origen energético de la enfermedad.
Para acabar, decir que el arte de la Pulsología nos da una información muy útil de dónde está el desarreglo que causa la enfermedad, sea cual sea el nombre que se use para ésta, o sea, una bronquitis, una depresión, una diabetes, por ejemplo, son denominaciones de una patología, pero que en la Medicina Oriental, de acuerdo al diagnóstico del Pulso, pueden tener un mismo origen, distinto origen o incluso distinto tratamiento aun tratándose de la “misma” enfermedad.
Daniel Pérez
www.acupunturacoreana.org