El masaje en niños prematuros

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El masaje en niños prematuros ha demostrado ser una herramienta muy beneficiosa para revertir o compensar las vivencias iniciales conflictivas.

Queridos padres los niños responden siempre con alegría a toda forma de contacto humano. El masaje infantil es una herramienta privilegiada para establecer y fortalecer el vínculo de apego, potenciar su desarrollo físico, cognitivo y social, disfruta del masaje junto a tu bebé.

La oportunidad de interacción entre el bebé y sus padres en los primeros minutos de vida es de extrema importancia. Sin embargo, en el caso de los bebés prematuros tales interacciones por norma son entorpecidas por una estancia hospitalaria prolongada y/o por un tratamiento médico demasiado intrusivo. Los primeros contactos que recibe el bebé suelen ser agresivos: aislamiento del contacto materno, pinchazos, cables sonda, etc.

Los patrones de interacción entre los niños prematuros y sus padres son muy diferentes a los de aquellos que han tenido una gestación a término, sin contratiempos. Los prematuros tienden a estar menos alerta, a responder menos, tienen más dificultades para comunicar sus necesidades; suelen ser más irritables y a veces son más difíciles de calmar. Sus padres deben proporcionarles mayores cuidados en los primeros meses.

Las hospitalizaciones muchas veces suman problemas económicos y/o de pareja que repercuten negativamente en la relación. La imagen de este hijo no concuerda con las expectativas que de él tenían sus progenitores, quienes suelen sentir indefensión ante las situación de hospitalización, experimentan ansiedad por la condición del niño y muchas veces sensación de impotencia y frustración.

En definitiva, el nacimiento de un hijo prematuro suele ser vivido como una situación de estrés. El estrés puede actuar negativamente en las conductas para el desarrollo de un apego seguro.

Cabe hacer una diferencia entre los niños prematuros de alto riesgo y los de bajo riesgo. Los primeros suelen tener un apego más inseguro, debido entre otros factores, a la situación de ansiedad vivida por sus padres.

Otro factor que puede influir negativamente provocando ansiedad y angustia, son las comparaciones. En un primer momento la comparación se hará con otros niños hospitalizados; luego los padres se encontrarán comparando a su hijo con otros de su misma edad, creando en ellos una situación de incertidumbre.

Frente a tal panorama, el masaje en niños prematuros ha demostrado ser una herramienta muy beneficiosa para revertir o compensar estas vivencias iniciales conflictivas.

Hablamos de dos tiempos diferentes: hay bebés prematuros que suelen recibir masajes de forma temprana, durante la hospitalización. Diversos estudios han comprobado la eficacia de dichos masajes terapéuticos complementarios. En primer lugar afianza el vínculo con la madre lo cual beneficio el desarrollo del sistema nervioso central del bebé, específicamente en el límbico. En segundo término se refuerza el sistema inmunológico: los bebés que reciben masajes se recuperan más rápido y desciende estadísticamente el número de re-internaciones.

Entre los muchos ejemplos existentes citaremos las conclusiones del ensayo clínico realizado con bebés prematuros en el Servicio de Neonatología del Hospital San José en Chile durante los años 2006 y 2007. Las conclusiones a las que arribaron son muy claras: «Se ha demostrado en diversos estudios los efectos del masaje a recién nacidos prematuros midiéndose: ganancia de peso, balance nutritivo, aumento del tono vagal en el tracto gastrointestinal, disminución de los niveles de cortisol, incremento de la actividad motora, regulación de los patrones de sueño, disminución del dolor, mejor vínculo afectivo y disminución en los días de hospitalización (…) los recién nacidos prematuros puedan irse, en promedio, 15 días antes a sus casas puede traducirse en otros beneficios para el niño y su familia».

Al llegar al hogar los bebés necesitan reparar esas sensaciones desagradables por experiencias placenteras que le han de mejorar el vínculo afectivo. El masaje infantil es el  instrumento ideal de relación y de comunicación entre el niño y sus padres.

Al dedicarles de manera específica un tiempo y un espacio emocional de interacción a través del masaje infantil, los padres logran contemplar la individualidad de su bebé, familiarizándose con su lenguaje corporal. Pueden comenzar a establecer un diálogo piel a piel, promoviendo la nutrición afectiva a través del tacto.

Un ejemplo de masaje para prematuros es la «Técnica del Masaje Mariposa» de Eva Reich, pediatra y fisioterapeuta. Los principios de trabajo de dicha técnica están enfocados a observar y respetar las necesidades de cada bebé y su familia, trabajando según el flujo de la energía vital y mediante un tacto tan suave como «el de las alas de una mariposa».

Se lleva a cabo a partir de cuatro maniobras básicas que se combinarán para efectuar el masaje de las distintas partes del cuerpo. En cada sesión se puede realizar el circuito completo o seleccionar regiones, de acuerdo con la tolerancia y disfrute que evidencie el niño.

La caricia

  • Se roza muy suave y lentamente la piel del niño con los dedos de la mano ligeramente abiertos.
  • Se recorre el cuerpecito, apenas sin presionar, con movimientos constantes y continuos que parten desde el centro hacia los laterales y de arriba hacia abajo.
  • Se muevan ambas manos tal como si fueran alitas de mariposas que envuelven al pequeño.

Repetir la maniobra 3 veces.

La relajación muscular

  • Se apoya la mano, sin presionar, con las puntas de los dedos juntos, sobre la zona en la que se realizará el masaje.
  • Después, se se agita con delicadeza de un lado a otro esa parte del cuerpo como si fuese un flan, siempre con mucha suavidad.

Repetir la maniobra 3 veces.

Los círculos

  • Se apoya ligeramente la punta del dedo índice sobre la piel del niño y se describen pequeños círculos, presionando apenas.
  • Luego se desplaza el dedo unos centímetros hacia otra zona y se reitera el movimiento. El dedo debe «amasar» levemente la piel y la musculatura subcutánea. La secuencia es de arriba hacia abajo y del centro hacia afuera.

Repetir la maniobra 3 veces.

Vuelo de mariposas

  • Se apoyan ambas manos y se realizan tres pasadas largas, ligeras y fluidas, tanto al comienzo como al final de la sesión de masaje, desde la cima de la cabeza hasta los pies, como estirándolos más allá de sus dimensiones. Asemejar este movimiento al suave roce de una mariposa que recorre el cuerpo.
  • Esta es una de las muchas técnicas que se pueden aplicar y aprender, los distintos tipos de masaje se pueden adaptar de acuerdo a las características del niño, pueden combinarse para obtener mejores resultados.

¡Disfrutad el momento!

María Inés Cerna
Psicopedagoga. Estimuladora Temprana
www.cerna.es