La mejor manera de presentar el Omprana Stretching, es a través de ejemplos que nos permitan comprender, la importancia de los beneficios que poseen ciertos movimientos innatos y primitivos del cuerpo.
¿Alguien se ha puesto a pensar por qué los bebés se relajan cuando los acunas? Piense en una madre con su bebé en brazos y en los movimientos inconscientes y naturales que realiza. La naturaleza de esos movimientos radica en los nueve meses que pasamos dentro del vientre materno y en la necesidad que experimenta el bebé de volver a sentirlos una vez fuera de éste. Pregúntese ahora cuándo fue la última vez que se balanceo, o tal vez por qué cuando somos niños nos encanta columpiarnos y pasados unos años dejamos de lado la práctica de ese movimiento. Piense ahora en una madre con su bebé en un carrito, moviéndolo de atrás hacia delante, produciendo en el bebé un movimiento de rebote de pies a cabeza, con el único objetivo de hacer que el bebé se relaje o se duerma. ¿Ha vuelto a sentir ese movimiento en su cuerpo? Y por último, contemple a un bebé en el suelo, observe cómo serpentea su cuerpo cuando se mueve antes incluso de aprender a gatear.
Por eso decimos que balanceo, serpenteo y rebote son movimientos naturales y primitivos del cuerpo y que, a pesar de que con el paso de los años hemos ido olvidándolos, debemos recuperarlos si queremos mantener el buen estado de nuestra salud física y mental.
Durante los últimos años ha surgido una necesidad por retornar hacia lo «natural» como una vía para recuperar la salud, rejuvenecer etc., tanto en el ámbito de la alimentación como en la terapia o las disciplinas corporales. Los movimientos de balanceo serpenteo y rebote no son movimientos o ejercicios creados por personas, forman parte de todas las personas, son las base del movimiento corporal, los primeros movimientos que percibimos y practicamos incluso antes de aprender a caminar; porque cuando somos bebés no hacemos gimnasia ni practicamos ninguna disciplina, es cuando llegamos a la edad adulta, que por diferentes motivos decidimos «movernos» y nos apuntamos al gimnasio o acudimos a clases de una u otra disciplina sin pararnos a pensar que el cuerpo posee sus propios movimientos innatos sin necesidad de someterlo a ningún otro ejercicio.
El objetivo no es ni mucho menos hacer un alegato en contra de todas las prácticas corporales, gimnasias o disciplinas que hoy por hoy practicamos, sino el recuperar esos movimientos naturales y propios del cuerpo y aprender a utilizar sus beneficios independientemente a si practicamos o no cualquier otra disciplina. Llegados a este punto me gustaría plantearles una última pregunta: ¿Qué hace usted cuando siente dolor en alguna parte de su cuerpo?, ¿cual es el movimiento que realizan sus manos cuando tocan la zona afectada? Aunque visto desde fuera el movimiento de sus manos puede parecer un ligero balanceo sobre la zona afectada, en realidad usted inconscientemente está realizando un masaje circular. He aquí una de los principios básicos del método Omprana, la circularidad; todos los movimientos que se aplican tanto en el masaje como en la técnica que nos ocupa, Omprana Stretching, son circulares.
El balanceo no es un movimiento horizontal sino circular aunque el ojo humano lo perciba como tal. Lo mismo ocurre con el rebote y el serpenteo: el primero es como un óvalo que se dibuja en el suelo y que envuelve el cuerpo en un movimiento de pies a cabeza, y el serpenteo parte de un óvalo que los pies realizan cuando el cuerpo se encuentra en sedestación y que provoca un movimiento ondulatorio de toda la estructura corporal. Este principio es la base de todo el trabajo del método Omprana y se percibe claramente en todos los ejercicios que componen la técnica del Omprana stretching. Sin embargo, aunque en teoría parece una práctica fácil, conseguir una fluidez de los movimientos de serpenteo, balanceo y rebote resulta un tanto complicado por dos motivos: debido por una lado a los bloqueos caporales que se van manifestando con el paso de los años y que no nos permiten un libre fluir de estos movimientos y, por otro, al ser movimientos que hemos olvidado han dejado de ser «naturales» y requieren de una conciencia corporal muy desarrollada si se quieren realizar correctamente. Por eso el Omprana Stretching utiliza una toalla que nos permite adaptar los movimientos a nuestro cuerpo sin ningún esfuerzo y con total comodidad.
En los últimos años empieza a estar de moda ejercitar el cuerpo con ayuda de elementos que facilitan la ejecución de ejercicios como thera-bands, cintas correas, balones etc. Sin embargo, el objetivo de uso de la toalla va más allá, nos permite aprender a abandonar nuestro cuerpo sobre ella, trabajando a favor de las resistencias y no en contra; por otra parte su fácil adaptabilidad a las diferentes partes del cuerpo permite una correcta colocación del cuerpo, evitando tensiones, molestias e incluso dolores innecesarios. Ejerce un efecto masaje que difícilmente se puede conseguir con otro tipo de elementos y es la única que nos permite reproducir correctamente los movimientos de balanceo, rebote y serpenteo en los que se basa la técnica.
El Omprana Stretching parte de la idea de que un cuerpo bloqueado es difícil de estirar, por eso el desbloqueo corporal que se produce gracias a estos movimientos permite estirar el cuerpo de forma natural, sin necesidad de tirar de él ni de la toalla, sino utilizando la resistencia que ésta genera en nuestro cuerpo y dejándonos llevar por ella. Cuando intentamos estirar alguna parte de nuestro cuerpo con ayuda de algún elemento, tendemos a tirar y a hacer fuerza con la cinta, theta-band, etc. hacia nosotros, lo que se traduce en un acortamiento y no en un estiramiento, debido a que cuando tiramos para estirar lo hacemos en línea recta y no manteniendo la circularidad del cuerpo. Todo nuestro cuerpo está construido en base a círculos, órganos, articulaciones, huesos, y si no se respeta este principio estamos trabajando contra la naturaleza propia del cuerpo. Al tiempo que hemos ido perdiendo los movimientos circulares y ondulatorios propios del cuerpo hemos ido adquiriendo el habito erróneo de movernos de forma unidireccional, por ejemplo cuando elevamos un brazo pensamos en línea recta hacia arriba sin respetar la articulación circular del hombro. Lo mismo ocurre cuando practicamos algún estiramiento, siempre debemos tener en cuanta dos cosas: la primera es que nunca se puede estirar un nudo si antes no se suelta y dos, el estiramiento se debe practicar respetando el movimiento circular de las articulaciones. De lo contrario, en vez de estirar conseguiremos el efecto contrario. Teniendo en cuenta estos dos principios el Omprana Stretching con sus movimientos de balanceo, rebote y serpenteo, primero desbloquea el cuerpo y, una vez aflojados todos los «nudos», estira el cuerpo equilibrando toda la estructura corporal sin forzar y siempre desde el respeto al cuerpo, sin imponer nuestra voluntad a las leyes del movimiento corporal.