Sanación Pránica y Arhatic Yoga
¿Verdad que para viajar ya no necesitamos invertir días enteros yendo a pie o a caballo, como ocurría hace siglos? ¿Verdad que ahora tenemos medios de transporte mucho más eficientes para recorrer largas distancias? Tampoco necesitamos esperar varios meses para recibir la carta de un ser querido, porque nos llega en cuestión de segundos. El mundo actual ha cambiado y, con él, nuestros hábitos sociales y cotidianos: hoy en día tenemos a nuestra disposición herramientas muy rápidas y efectivas para alcanzar más fácilmente nuestra plenitud.
Lo espiritual, igual que todos los demás aspectos de la vida, también ha evolucionado. Ya no necesitamos sentarnos horas interminables para alcanzar la iluminación o para eliminar un pensamiento negativo o un hábito tóxico: ahora podemos alcanzar los mismos resultados de una forma más fácil, rápida y divertida.
Esta forma, que se conoce como Sanación Pránica y Arhatic Yoga, reúne dos técnicas que ofrecen un camino de desarrollo y equilibrio de lo material y lo espiritual, uniendo dos de los aspectos más relevantes del ser humano: la vida material, la vida externa, que proporciona las comodidades físicas, y la vida espiritual, la vida interna, que entrega la paz interior y el sentido de la vida. Ambas son imprescindibles y necesarias para desarrollarnos como seres humanos completos.
«Todas las verdades son fáciles de entender,
una vez son descubiertas;
la cuestión es descubrirlas.»
Galileo Galilei
La Sanación Pránica, o Pranic Healing, nos ofrece herramientas muy eficaces para vivir una vida más cómoda, fácil y divertida y nos acerca al bienestar personal a todos los niveles que podamos imaginar.
Estas herramientas nos permiten participar, de manera proactiva, de nuestra realidad y nuestra felicidad. Cualquier persona pueda aprender Sanación Pránica y conocer el mundo sutil, el mundo energético, sin necesidad de tener dones ni características especiales. Esta técnica nos ofrece las herramientas necesarias para acelerar los procesos de desarrollo y autorecuperación del cuerpo y de la mente, alcanzando el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo.
Por ejemplo: imagínate que estás en la oficina y de pronto te viene ese dolor de cabeza que tanto te molesta; si conoces la técnica, con una simple limpieza energética te lo podrás quitar y seguir tranquilamente tu trabajo. Si estás en casa cocinando una rica tarta en el horno y al abrirlo te quemas sin querer, sabiendo cómo acelerar los procesos de autorecuperación de tu cuerpo sutil con energía pránica podrás sanar esa quemadura en 5 minutos y seguir cocinando, como si nada hubiera pasado. De la misma forma ocurre con las emociones negativas: si te irritas o sales estresado/a de un encuentro y no quieres vaciar tu malestar con tus seres queridos, puedes dedicar unos momentos a limpiarte la energía negativa antes de reunirte con ellos; de esta forma, disfrutarás plenamente del resto del día.
Respiración pránica de autosanación
La respiración pránica es una de las formas más eficaces de autosanarse. Personalmente, practicando esta técnica conseguí salir de una parálisis de medio cuerpo superior, y contra todo pronóstico médico, logré recuperar la visión de un ojo que había llegado a perder un 68% del campo de visión.
La técnica es muy poderosa y sencilla a la vez. Para hacerla, inhala lentamente a través de la nariz, retén el aire unos segundos, exhala lentamente a través de la nariz y retén el vacío unos segundos. Elige un ritmo que sea lo más lento posible, siempre y cuando sea cómodo para ti. Mientras haces esta respiración, pon atención a todos los poros de tu piel e imagina que inhalas y exhalas a través de ellos. En cada inhalación estarás absorbiendo el prana, la energía vital que hay en el entorno, por lo que es preferible que hagas este ejercicio en un lugar aireado y que no sea subterráneo (como el metro).
Una vez hayas aprendido la técnica de inhalar, retener el aire, exhalar y retener el vacío a través de la nariz y de todos los poros de tu piel, la parte importante del ejercicio será poner atención a lo que en ese momento te esté dañando, molestando y/o incomodando. La energía sigue al pensamiento, y si tu atención está focalizada en el lugar que te haga sentir mal, al respirar con esta secuencia conseguirás aflojar e incluso eliminar el malestar, reparando las estructuras sutiles que estaban creando la alteración.
El Arhatic Yoga, el otro lado de la balanza, es una tecnología que nos proporciona las herramientas necesarias para vivir una vida espiritual llena, pacífica y de constante crecimiento, de forma equilibrada con nosotros mismos, con nuestro entorno, nuestras relaciones y nuestros proyectos. Las técnicas que constituyen esta hermosa herramienta nos permiten crecer de forma rápida y equilibrada.
Es la síntesis de los yogas, especialmente las cinco ramas que define Patanjali en los Yoga Sutras: Hatha yoga, Bakthi yoga, Raja yoga, Karma yoga y Jñana yoga. En su práctica encontrarás técnicas de purificación, de respiración y de meditación que reúnen de forma muy precisa y concreta las herramientas más eficaces que se conocen actualmente, para que saques el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo.
El objetivo de esta práctica es ayudarte a desarrollar tu grandeza, acercándote cada día más a tu esencia. Puedes practicar Arhatic Yoga manteniendo tu agenda y tu ritmo diario, sin necesidad de retirarte a vivir en la montaña ni de desplazarte a un centro de forma regular, ya que recibes las técnicas en un fin de semana y, a continuación, puedes organizar tu práctica en función de tu vida y de tus obligaciones. Por tanto, se te entrega el mapa de ruta y tú marcas el ritmo y el tiempo que le quieres destinarle en tu día a día.
Práctica de la Pizarra Mágica
Esta práctica, que ha sido enseñada en muchas escuelas, te permite borrar del consciente y del inconsciente todo aquello que esté alterando tu realidad a nivel psicológico y espiritual. Es muy sencilla, pues es en lo sencillo donde uno se acerca más a la perfección. Dicen los sabios: «Al maestro espiritual (o Gurú) se le reconoce por entregar herramientas sencillas y al estudiante se le reconoce por complicarlas».
Antes de acostarte, o al levantarte, dedica unos minutos a repasar el día: piensa en lo que hayas hecho y te haya gustado y en lo que hayas hecho y no te haya gustado. Empieza siempre por las cosas bonitas: obsérvalas y felicítate por todo lo que hayas hecho bien durante la jornada. Luego pon tu atención en las cosas que no sean tan bonitas, ya sea un sentimiento, una emoción, un pensamiento o una acción y proyecta cada una de ellas delante de ti, en una pizarra blanca. Acto seguido pasa tu mano por la pizarra, como si de un borrador se tratara, eliminando ese sentimiento, emoción, pensamiento o acción de tu memoria.
A continuación, proyecta delante de ti cómo te hubiera gustado que fuera, en su versión más positiva y amable. Haciendo este ejercicio repetidas veces lograrás recodificar tu realidad, sustituyendo las tendencias negativas por pensamientos, emociones y acciones positivas.
Cuando lo descubrí, probé con una cosita bien básica, sin relevancia: me propuse cambiar el «Jesús» que decimos cuando alguien estornuda por «Salud». El resultado fue sorprendente: en cuestión de semanas ya había hecho el cambio, y después de años sigue siendo algo totalmente natural en mí. Viendo lo bien que había funcionado este pequeño detalle, empecé a aplicar la técnica en situaciones cada vez más relevantes. Hoy día, gracias a ella, he conseguido dar un giro muy importante a mi personalidad, a mi conducta y a mi forma de sentir.
Cada uno de nosotros tiene su forma de sentir y vivir la vida; cada persona es diferente, única y especial. Por ello, puedes aprender a descubrir tu propia forma de sentir en tu camino hacia la experimentación del mundo sutil de las energías. De este modo aprendes a identificar tu forma personal de percibirlas, descubres cómo dirigirlas con tu cuerpo y con tu intención, gracias a que la energía sigue al pensamiento, y cómo manifestarlas a través del dominio del mundo sutil. Este conocimiento te facilita el camino hacia tu bienestar y hacia la salud de tus proyectos, negocios, espacios y relaciones.
Todos los seres humanos nacemos con este conocimiento, y sólo tenemos que dedicarle un poco de atención y de práctica para lograr desenvolvernos con confianza en el mundo de las energías, al cual pertenecemos y del que hasta hace poco tiempo no se hablaba públicamente por estar reservado a unos pocos privilegiados.
Cambia de vida ahora, transforma tu realidad, siendo tú quien dirige el progreso.
Meditación para la Paz y la Iluminación
Esta meditación milenaria también se conoce como Meditación en Corazones Gemelos, ya que cuando la practicamos activamos los chakras del corazón y de la corona simultáneamente.
Iniciamos la meditación invocando al Ser Supremo, a nuestros maestros espirituales y a nuestra alma superior, para luego activar ambos chakras recordando un momento feliz. Una vez somos capaces de generar energía amorosa, mandamos esta buena vibración a la Tierra, visualizándola delante nuestro del tamaño de una pelota pequeña.
Podemos mandar esta energía a través del mantra de la compasión y de la misericordia –el mantra Om Mani Padme Hum–, o bien con la oración de San Francisco de Asís o con cualquier otra oración que transmita energía de buena voluntad y voluntad de hacer el bien a todos los seres.
Al terminar la oración o el mantra nos quedamos en silencio, experimentando la paz y la serenidad en nuestro interior. Podemos cantar el mantra Om o el mantra Amén por unos momentos, para conectarnos con la vibración del universo; luego nos quedamos en silencio y nos dejamos ir, permitiéndonos sentir y descubrir quiénes somos. Al cabo de unos minutos regresamos nuestra atención al cuerpo físico y eliminamos el exceso de energía.
Podemos proyectar esta energía hacia nuestros familiares y seres queridos, a conocidos que lo estén pasando mal e incluso a personas que no nos gustan, para ayudarles. También podemos dirigir estas energías para activar nuestros proyectos y deseos, favoreciendo que se materialicen de una forma rápida y apropiada. Finalmente tomamos consciencia de nuestras raíces con la Tierra, de nuestra conexión con el planeta, y luego hacemos una acción de gracias a nuestra alma, a nuestros maestros y al Ser Supremo, por habernos guiado y protegido en esta maravillosa meditación.
Como verás, esta meditación nos permite bendecir a la Tierra mandando energía positiva a todo el planeta a través de nuestro propio cuerpo: por ello, cada vez que la hacemos estamos autosanando todo nuestro sistema.
Ánimo, ¡pruébalo y demuéstrate que el poder está en ti!
Marta Puig Bayés
Directora de Mundo Pránico. Instructora de Sanación Pránica
www.mundopranico.com