Feng Shui, Viento y Agua, o armonía y equilibrio en el hogar

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El “Feng Shui”, literalmente “viento y agua”, es un arte milenario chino que enseña cómo diseñar el espacio y escoger los muebles y colores más adecuados para lograr la armonía y el equilibrio en el hogar, y se ha hecho muy popular en los últimos años en EE.UU. y en Europa, en el campo de la arquitectura y el diseño de interiores.

Pero a la vez que arte, el Feng Shui es una filosofía completa y compleja que afecta a todos los ámbitos del hombre y que proporciona a los occidentales una nueva manera de ver el mundo a partir del estudio de la construcción, el entorno, las personas y el tiempo.

Esta disciplina se basa en la concepción de que la energía (“Chi”, en chino) es una fuerza viva que fluye a través de todo y de todos, señaló Oscar Fernández Trillo, decorador de interiores, y que desde hace varios años aconseja, en su estudio madrileño, cómo situar los distintos elementos de una casa, un centro de negocios, o comercial, o una simple oficina para sacarles más partido. “Este arte funciona bien, hasta el punto de que algunos comerciantes y muchas familias me han escrito dándome las gracias por lo bien que les va después de reestructurar los elementos que acompañan su vida en casa o en el trabajo”, aseguró Fernández Trillo.

Según este especialista, si las personas están en un entorno favorable, la energía fluye suavemente y proporciona salud y prosperidad a los que viven o trabajan en ese espacio, mientras que si cualquier ser humano está influenciado por malas energías, aumenta la posibilidad de sufrir algún mal.

Pero sin ser profesionales del Feng Shui -argumenta Oscar Fernández- todo el mundo sabe que el trabajo no sale lo mismo de bien ni es tan gratificante en un ambiente lúgubre y mal iluminado como en otro rodeado de luz natural y con plantas estratégicamente situadas. La producción de los trabajadores en uno u otro caso, es totalmente opuesta.  Y no sólo es eficaz este arte en las oficinas. La teoría de la armonía china Feng Shui ha conseguido recientemente que 60 tiendas austríacas de electrodomésticos que participaron en un proyecto piloto aumenten en un 30 por ciento sus ventas anuales.

El “Foro de Electrodomésticos” de Austria formó a varios asesores en Feng Shui y editó folletos sobre cómo decorar los locales de modo que el flujo de la energía atrajera más dinero hacia el recinto y los clientes se sintieran mejor. Para cada empresa se diseñó un plan especial y… funcionó la teoría: aumentaron los clientes y las ventas y se motivó mejor a los empleados.

Esta disciplina por la que se interesan cada día más los consumidores, establece algunas pautas y propone soluciones para las distintas estancias de un hogar, explicó Fernández Trillo, y añadió que las tres partes más importantes de una casa son la entrada, la cocina y los dormitorios. La puerta principal del hogar debe ser lo más amplia posible, porque a través de ella se “invita al mundo a entrar”; debe abrirse hacia adentro, mantener limpio el pomo, y evitar las paredes o rincones estrechos cerca de la entrada, que impedirían el flujo de energía.

Para que el aliento de vida circule bien por todo el hogar hay que prescindir del mayor número de obstáculos posibles: muebles, recodos muy cerrados, figuras y objetos voluminosos. La cocina, debe ser amplia, bien iluminada, sencilla y armónica; la puerta debe estar alejada de los baños, y los electrodomésticos no deben obstruir el paso ni situarse juntos para que las ondas electromagnéticas no se interfieran.  Los dormitorios, con colores, cuadros y adornos que transmitan calma y sosiego, no deben tener más de dos espejos, deben estar lejos de la puerta principal, y colocar el cabecero de la cama al norte.

En definitiva, la organización de una casa con las reglas del Feng Shui ayuda a mantener un espacio armonioso y equilibrado, relajante en los dormitorios y más activo y estimulante en los lugares de trabajo.