La manzana. De la «Fruta prohibida» todo son virtudes

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El consumo regular de manzanas reduce significativamente el riesgo de padecer varios tipos de cáncer como el bucal, de esófago, colon-rectal, ovárico y de próstata.

Quiso la religión cristiana que la manzana quedara tachada, para siempre, como la fruta prohibida en el paraíso. Sin embargo, aquí en la tierra, representa más que cualquier otro fruto la verdadera tentación de una dieta y una vida sanas y equilibradas. Por sus propiedades (muchas), beneficios (físicos y cosméticos) y sabores y colores variados (y muy apetecibles). Hacemos un recorrido por la historia, las investigaciones científicas y las curiosidades entorno a una de las protagonistas indiscutibles de la cocina.

Son muchas las leyendas que circulan alrededor de las manzanas. Algunas se remontan a la época griega y dicen que fue Gea, la Madre Tierra, quien las creó, hechas en oro. Lo que las hacía tan valiosas no era el metal precioso, sino que, al parecer, proporcionaban la inmortalidad a los dioses del Olimpo. Fue el regalo de bodas que Gea hizo a su hijo Zeus, así que, desde entonces (o al menos si seguimos la mitología de los griegos) están consideradas como símbolo del amor, de la fecundidad, de la sabiduría y la salud. Desde entonces, hasta nuestra época, han pasado muchas cosas, pero es cierto que la manzana sigue manteniendo la fama de sana. De muestra, ese gran dicho popular de que «una manzana al día, mantiene al médico en la lejanía». Y sí, si nos fijamos en las propiedades de las que hace gala, sólo nos queda quitarnos el sombrero ante esta fruta y tenerla bien cerca. Según la web de Vog, el consorcio italiano de productores de manzanas en la zona alpina de Alto Adige/Südtirol, una de las áreas más potentes a la hora de producir y exportar esta fruta en todo el continente europeo, hablamos de un alimento que contiene vitaminas, oligoelementos, sales minerales, antioxidantes, fibra, fructosa y agua. De hecho, según asegura el Vog, los estudios científicos han demostrado que la manzana es estupenda en el tratamiento de prevención natural contra el cáncer. Al parecer, junto con las vitaminas y demás sustancias nutritivas mencionadas, también contiene un alto nivel de vitamina C frutal y, si todos lo siguiéramos al pie de la letra, al parecer dos o tres manzanas al día serían suficientes para inhibir la producción de células tumorales.

La aliada de la salud

De hecho, un estudio realizado por el Instituto Mario Negri de Milán, especializado en investigaciones farmacológicas, y publicado en la revista Annals of Oncology, dio a conocer que el consumo regular de manzanas reduce significativamente el riesgo de padecer varios tipos de cáncer como el bucal, de esófago, colon-rectal, ovárico y de próstata. Esta investigación se centró en una muestra de 15.000 personas y los expertos han tardado diez años en finalizarlo. Así que no se trata de un informe rápido, sino de un trabajo elaborado y a conciencia en el que se demuestra que la ingesta regular de al menos una manzana al día reduce significativamente la probabilidad de desarrollar tumores causados por varios tipos de cánceres.

La mitad de los pacientes que formaron parte de la investigación, consumía una o más manzanas al día, mientras que el resto, ninguna. Al final, teniendo en cuenta otros factores como la edad, el sexo, la actividad física, el consumo de tabaco, alcohol y verduras, la conclusión fue clara: el riesgo de desarrollar un tumor entre los consumidores de manzanas se vio disminuido un 25% para el cáncer de esófago, un 21% para el cáncer bucal, un 20% para el cáncer de colon-recto, un 18% para el cáncer de mama, un 15% para el ovárico y un 9% para el de próstata. Pero, ¿por qué? ¿Cuál es el secreto de esta fruta? Entre otros muchos valores, su alto nivel de flavonoides y proantocianidinas, dos potentes antioxidantes que inhiben el crecimiento de células cancerígenas.

Esencia de juventud

Puede que Eva acabara tentada de coger la manzana del árbol prohibido atraída por ese color rojo brillante, propio de la variedad Royal Gala, o quizás, por el suave tono amarillo rosáceo típico de las Verde Doncella. Fuera cual fuera el tipo de manzana que acabó mordiendo, también nos queda la posibilidad de creer que hasta en ese Paraíso Celestial ya supieran que esos flavonoides de las manzanas son estupendos, no sólo para la salud, sino también para la piel. Estos elementos, que se encuentran en algunas frutas y plantas, tienen tantas propiedades que se han convertido también en un recurso para la cosmética de última generación. Principalmente porque funcionan como un estupendo antioxidante que protegen el nivel de la vitamina E en el organismo y, lo más importante, eliminan los radicales libres, esos elementos que, poco a poco, van destruyendo los tejidos de la piel y causan el envejecimiento celular.

Son muchas las firmas de cosmética que ya han echado mano de esta fruta para sacar nuevas líneas de cosméticos revolucionarios y casi milagrosos, como la de Marionnaud con su gama de productos Swiss Apple Formula, o incluso la que elaboraron de forma natural y biológica el famoso balneario Terme Merano en Italia (www.termemerano.it) sin minerales, sin conservantes ni colorantes. Manzana italiana en su estado puro para la emulsión hidratante, para el gel de ducha, el aceite corporal, el tónico o la crema facial de día.

Con fama y caché

Dicen que su origen surge en tierras que bordeaban el Mar Caspio y el Cáucaso, y que desde allí, llegó a Europa Central y Meridional. Ya en la antigua Grecia y en Roma se cultivaban diferentes variedades de manzanas y aún queda testimonio de su uso en algunos de los frescos que se conservan de la ciudad de Pompeya. Algunos historiadores aseguran que fue en Roma donde también surgió el nombre que le damos hoy. La chef Rosa Tovar, que ha escrito varios libros de recetas y de cocina, cuenta en uno de sus artículos publicado en Cocina Futuro, que «la denominación actual surgió en Roma en honor de un botánico eminente y buen gastrónomo, amigo de César, y de nombre Caius Matius, cuyos trabajos de hibridación e injertos en frutales y otras plantas dieron lugar a nuevas variedades de frutas y productos agrícolas. La palabra Mattiana se convirtió en manzana, según Corominas, y, al final, en manzana», dice.

Ha protagonizado tantas historias y leyendas, que probablemente, no hay otra fruta tan filmada, admirada ni fotografiada. Desde aquella historia del arquero Guillermo Tell que lanzó una flecha contra una manzana situada sobre la cabeza de su hijo; pasando por la imprescindible manzana de Blancanieves, hasta llegar a esa leyenda que cuenta el relato de un Isaac Newton, tumbado bajo un manzano, en 1666. Se le cayó una manzana en la cabeza y el golpe, al parecer, despertó el interés de este genial físico y matemático inglés por los factores relacionados con la gravedad. Sea por aquel incidente-accidente o no, el caso es que la manzana también se convirtió en origen de la que sería más tarde la Ley de Gravitación Universal. Increíble, ¿no? Según la tradición popular, ese manzano fue destruido por un rayo en 1820, pero la madera se guarda en los archivos de la Real Sociedad Británica. Que, por cierto, no hace mucho, sólo un par de años, los representantes de dicha entidad consideraron a bien enviar ese trocito de madera al espacio a bordo del transbordador Atlantis de la NASA.

Otros, como el deportista italiano Armin Zöggeler, medallista olímpico durante cinco olimpiadas de invierno, no han tenido necesidad de tropezarse con las manzanas violentamente, sino que las incorpora a su dieta habitual como fuente de energía necesaria para su preparación física. ¿Por qué? Según los médicos Marco Rosa y Elisabetta Rosi que elaboraron un completo dosier de nutrición y deportes para Marlene en colaboración con el laureado deportista, consumir una manzana al día durante el desayuno o antes de afrontar un entrenamiento duro asegura energía (100 gramos de manzana contienen 50 kilocalorías), y vitalidad (el nivel de azúcares aporta vigor al instante). También afirmaron que además de belleza (puesto que las vitaminas y las sales minerales contribuyen a tener una piel tersa y luminosa), las manzanas mantienen el nivel de buen humor muy alto porque, tal y como recoge el estudio Naturalmente en Forma de Marlene, los azúcares favorecen la producción de serotonina que es la hormona de la felicidad.

Si además de todo esto añadimos el sabor especial y, sobre todo, versátil, no hay duda de que estamos ante uno de los alimentos más completos. Hay quien en las usa para decorar las mesas de Navidad o la casa en momentos especiales, sobre todo por las características de algunas de sus variedades: la Red Delicious, roja, brillante e intensa; la luminosa y perfumada Fuji o la Royal Gala con sus delicadas vetas amarillas; la dorada Golden Delicious, y el verde intenso de la Granny. Y también, quien las tiene siempre a mano por la cantidad de recursos sencillos y naturales que se pueden obtener con ellas. En varias webs, incluida la del Vog, se obtienen diversos trucos caseros como el de convertirla en mascarilla facial para revitalizar la piel (basta con frotar suavemente el rostro con la superficie de media manzana para obtener un efecto reafirmante y reducir la expresión de fatiga y estrés); o el tónico facial con el que mejorar el color del cutis (se mezcla una manzana ácida rallada con 2 cucharadas de zumo de limón y 50 ml de agua de azahar. Si se usa esta loción con regularidad, las manchas provocadas por la edad se irán aclarando progresivamente de forma natural, sugieren desde www.vog.it).

Sea como fuere, no hay duda de que por sus beneficios para la salud, sus propiedades nutritivas y sus ventajas como cosmético natural, la manzana es un buen aliado que todos debemos tener y comer a diario. Una fruta atractiva y cero prohibida.

Receta: Rollito de manzana y canela sobre lecho de ensalada de manzana

Ingredientes para 4 personas:

  • 4 rebanadas de pan de molde sin corteza
  • 4 manzanas Royal Gala
  • 200 ml de zumo de manzana
  • Una pizca de azúcar
  • Harina, huevos y pan rallado para rebozar
  • Aceite
  • Canela
  • Azúcar

Para la ensalada de manzana

  • 2 manzanas Royal Gala
  • Un poco de azúcar

Para decorar

  • 20 g de uvas pasas
  • 20 g de piñones
  • Unas hojitas de menta

Preparación

Aplasta las rebanadas de pan de molde con el rodillo. Pela 4 manzanas y córtalas en trocitos. Colócalas en una cazuela con una pizca de azúcar y el zumo de manzana y deja que hiervan durante 10 minutos hasta que se ablanden. A continuación, bate todo hasta obtener una mousse. Déjala reposar y enfriar. Unta la mousse fría de manzana sobre cada una de las porciones de masa de pan y enróllalas. Después, reboza cada rollito con harina, huevo y pan rallado, y fríelos en aceite a 160 grados durante dos minutos. Como toque final, espolvorea cada uno con azúcar y canela.

Decoración

Corta 2 manzanas en tiras finas y mézclalas con un poco de azúcar. Colócalas en el centro del plato y decóralas añadiendo un poco de mousse, los piñones y las uvas pasas. Corta cada rollito por la mitad, en sentido diagonal, y colócalo sobre el lecho de manzana. Decora el plato con unas hojitas de menta y azúcar glas para que resulte más atractivo a la vista.

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