Un concepto integrativo de salud

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Estamos ante una nueva era del concepto de salud y enfermedad, y por consiguiente, un nuevo enfoque a la hora de abordar la forma de reestablecer el saluda, en los casos en que esta ha sido alterada.

Todas las investigaciones actuales, señalan que la salud es un sutil equilibrio, entre todas las manifestaciones de la vida. El organismo humano, no es más que una pluri sociedad bien establecida, en la cual todas y cada una de las parte, desde la más molecularmente pequeña posible, hasta los grandes sistema tiene un solo fin, mantener la vida del sujeto global en equilibrio.

Este equilibrio, es posible gracias a la energía sutil, en sus diferentes manifestaciones, que controlan cada una de las grandes funciones moderadoras: comunicación, trasformación y forma.

La más mínima modificación en cada una de estas reglas globales, produce un cambio en todo el sistema: sin comunicación no es posible mantener la globalidad del mismo. Sin trasformación no es posible favorecer los cambios para mantener la existencia. Sin forma, no hay concreción ni realidad tangible.

Por consiguiente lo que llamamos enfermedad, comenzaría con el debilitamiento o la excitación de cualquiera de las energías moderadoras. El límite entre salud y enfermedad se daría en el momento que los caminos de unificación del sistema se han roto.

Ante esta realidad, ver la enfermedad como un hecho aislado es uno de los grandes errores de la medicina del pasado, con un concepto lineal; desajuste local = enfermedad, esta visión ha traído como consecuencia el abordaje de la enfermedad como un hecho mecanicista, algo está roto, se repara y se soluciona el problema.

Esta locura terapéutica está en fase de trasformación: si seguimos los criterios actuales integrativos, y comprendemos que el saluda es ese sutil equilibrio en la pluri-sociedad del organismo; la enfermedad aunque tenga una manifestación muy localizada, no es más que una brecha en esa comunicación social, siempre afecta a toda la globalidad. Por consiguiente la terapéutica, siempre ha de ser integrativa, valorando el desajuste, su influencia en todo el sistema y actuar de forma integral, para restablecer la armonía general.

El concepto Integrativo, que hoy vislumbra la nueva medicina, no es tan nuevo, hace más de 3.000 años, los antiguos sabios Vedas, eran consciente de este hecho, y desarrollaron lo que conocemos como Medicina Ayurveda (la ciencia de la vida).

concepto integrativo2Esta medicina ancestral, sabía que la salud o la enfermedad solo dependían del sutil equilibrio y la armonía de vivir de acuerdo a la propia constitución. Esta constitución dependía de la energía predominante en el individuo concreto: la energía comunicante dependería del elemento aire (Vata), siendo la responsable de la comunicación biológica, mental y espiritual. La energía trasformadora, dependía del elemento fuego (Pita), responsable de la trasformación de los alimentos, el metabolismo, la información y las sensaciones. Por último, la forma, dependía de los elementos agua y tierra (Khapa), el resultado de una buen trasformación y distribución, que permite crear el cuerpo material, su defensa, y por supuesto la solidez del cuerpo metal y etéreo en la realidad física.

Para el Ayurveda, cada uno tiene una energía predominante, aunque todos compartimos todas ellas. La salud, depende de vivir equilibrando la energía predomínate en cada uno, y activando o regulando las que son deficitarias en esa persona.

Cuando el equilibrio, entre las tres formas de energía manifiesta se da, estamos ante la salud verdadera, y es ese equilibrio el que intenta restablecer la Medicina Ayurveda.

Desde hace más de 30 años, vengo realizando una labor integrativa de la salud, incluyendo la Medicina Ayurveda, esta experiencia me ha enseñado, que sólo a través de la armonía del sistema, se llega a conseguir una salud óptima. Ninguna de las llamadas enfermedades, son simples o graves, son solo niveles diferentes de desajuste; por consiguiente, si el nivel de respuesta individual es suficiente, y la terapia es adecuada, el equilibrio = salud, es posible.

Miguel Ángel Martín
Especialista en sistemas integrativos de salud